Título: | EL ÚLTIMO EXORCISMO | |
Tit. Orig.: |
THE LAST EXORCISM | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2010 | |
Dirección: | DANIEL STAMM | |
Guión: | HUCK BOTKO, ANDREWS GURLAND | |
Fotografía: | ZOLTAN HONTI | |
Música | NATHAN BARR | |
Interpretes: | CALEB LANDRY JONES, PATRICK FABIAN, ASHLEY BELL, TONY BENTLEY, IRIS BAHR, SHANNA FORRESTALL, CAROL SUTTON | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 85 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Tras pasar por el Festival de Sitges llega a las pantallas comerciales esta segunda película llevada a cabo por el director alemán afincado en los Angeles Daniel Stamm cuya ópera prima "A necessary death" (2008) no se vio en nuestro país.
En esta ocasión se deja llevar por la fórmula del falso documental que mezcla religión y ciencia que a tantos incautos hizo picar "El proyecto de la bruja de Blair" y es una lástima porque empieza bien y termina muy mal.
Cotton Marcus es un predicador que ha perdido la fe, pero como tiene que seguir manteniendo a su familia hace de su profesión un espectáculo en el que sus sermones no son muy ortodoxos, pero tiene muchos seguidores.
Sus exorcismos hacen creer a la gente que ha expulsado a los demonios aunque no sea más que una cuestión psicológica lo que afecta a los incautos paisanos de la América profunda.
Un día le llaman para exorcizar a una chica en una granja de Louisiana y se lleva a una reportera de tv. con su cámara para demostrar la falsedad de estas actuaciones y aunque trata de usar sus trucos, al final termina enfrentándose con una posesión diabólica de verdad que hará tambalear sus débiles creencias.
La cinta comienza como un auténtico documental sobre el tema con una entrevista al predicador y mostrando algunas de sus actuaciones en la iglesia, con buena calidad de imagen, con un trabajo interesante del actor protagonista Caleb Landry Jones, creando expectativas que no cumple porque cuando se ponen en marcha y toman la cámara a mano todo se vuelve mala práctica fílmica con escenas mareantes, fragmentos en los que no se ve nada y en lugar de dotar al producto de realismo pierde el norte con efectismos sin rumbo que hacen que deje de interesarnos.
El guion sigue la misma tónica, muy bien al principio, pero en el último tercio se vuelve convencional, deja cabos sueltos que no aclaran lo que finalmente ocurre porque no se pueden descifrar las imágenes. No queremos exponer nuestras preguntas y dudas por no destripar el posible interés de los espectadores que se decidan a verla.
Tampoco nos explicamos que sesudos compañeros críticos hayan caído en la trampa como ingenuos espectadores al poner bien esta película, que no es más que una de tantas, sin mayor interés sobre el sobado tema de los exorcismos desde el éxito del film de William Friedkin "El exorcista" que creó escuela y multitud de secuelas que no han conseguido mejorarla a pesar del paso del tiempo y de los adelantos de la técnica fílmica.