Título: | MIDNIGHT IN PARIS | |
Tit. Orig.: |
MIDNIGHT IN PARIS | |
Nacionalidad: | EE.UU., ESPAÑA, 2011 | |
Dirección: | WOODY ALLEN | |
Guión: | WOODY ALLEN | |
Fotografía: | DARIUS KHONDJI | |
Música | Varios | |
Interpretes: | OWEN WILLSON, MARION COTILLARD, RACHEL McADAMS, CARLA BRUNI, KATHY BATES, MICHAEL SHEEN, TOM HIDDLESTON, KURT FULLER, ADRIEN BRODY | |
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 96 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Pertenece esta película a la etapa viajera de Woody Allen por Europa en la que por fin se decidió a salir de su Manhattan natal y a recorrer el viejo continente donde su cine es más apreciado que en su propio país, por lo que no resulta extraño que aquí encuentre quien le produzca sus guiones.
Así ha recorrido Londres, e hizo "Match Point" (2005) y "Scoop2 (2006), la ciudad condal donde realizó "Vicky Cristina Barcelona" y ahora se acerca a la ciudad de la luz para hacer "Medianoche en París" (2011), siendo la próxima estación Roma.
Gil es un guionista de Hollywood pero lo que desea es ser escritor. Ha hecho una novela y en su visita a París con su novia Inez y sus futuros suegros, en sus escapadas nocturnas, según él para inspirarse, por efectos de magia se ve transportado al de los años 30 donde se encuentra con sus admirados escritores Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway y otros artistas como Pablo Picasso, Toulouse Lautrec, Cole Porter, Luis Buñuel etc. y donde conoce a Adriana, una mujer que ha posado para algunos de ellos y se ha convertido en su musa, que le servirá de guía en sus recorridos por la noche parisina.
Allen tira de su pasado, del momento en que conoció París cuando como actor rodó uno de sus primeros films, "¿Que tal Pussycat?" (1965) y se arrepintió de no haberse quedado a vivir, porque como él dice, no se explica que la gente viva en otro sitio existiendo París. Con esta cinta hace un homenaje a esa ciudad que después de Manhattan es su preferida.
También hace un canto a la nostalgia, al pasado, evocando a esos artistas a los que admira, aunque por otra parte defiende que no todo tiempo pasado fue mejor.
El posible compromiso publicitario turístico que pueda tener la producción con la ciudad de París lo despacha en el comienzo con esas bellas postales antes de los títulos de créditos iniciales, aunque después no se priva de visitar los múltiples bellos lugares de la capital parisina, muy bien fotografiada, en cuanto a museos, bares, restaurantes, hoteles o jardines públicos donde sitúa su cita con la cultura.
Se ríe con ironía de la mitificación del pasado ya que cualquier tiempo pasado no fue necesariamente mejor y se lamenta de la brevedad de la vida aunque ésta no sea maravillosa o se burla de la estupidez humana con sus chistes inteligentes como en el caso del amigo pedante que todo lo sabe o de su suegro que es un ultraconservador.
Está realizada con un estilo sencillo, natural, con un uso notable de la elipsis aunando perfectamente la comedia romántica con la melancolía y la nostalgia del ayer en contraste con el presente y con un tono cultural de lo que a veces abusa queriendo meter demasiados artistas y escritores famosos de esos años, con agudos diálogos pero menos cómica que otras veces y no abusando de sus habituales obsesiones.
También critica a aquellos que solo piensan que el futuro es lo mejor, ya que no hay mejor futuro que vivir el presente. A pesar del tono intelectual es curioso que haya resultado tan comercial su estreno en Francia y en España alcanzando el primer puesto.
Estupenda como siempre la selección de las canciones y melodías de la época en magníficas versiones que componen su bella banda sonora, así como el acertado reparto al que maneja con elegancia y sobriedad en sus actuaciones.
Una vez más una película de Woody Allen resulta una delicia de ver.