Título: | UN DIOS SALVAJE | |
Tit. Orig.: |
CARNAGE | |
Nacionalidad: | FRANCIA, ALEMANIA, POLONIA, 2011 | |
Dirección: | ROMAN POLANSKI | |
Guión: | ROMAN POLANSKI, YASMINA REZA. Basados en la obra teatral "God of carnage", escrita por YASMINA REZA | |
Fotografía: | PAWEL EDELMAN | |
Música | ALEXANDRE DESPLAT | |
Interpretes: |
JODIE FOSTER, KATE WINSLET, CHRISTOPH WALTZ, JOHN C. REILLY, ELIOT BERGER, ELVIS POLANSKI |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: | 79 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Roman Polanski siempre ha sido un director admirado y discutido, por el interés de sus obras y por su atormentada vida. No cabe duda que entre sus películas hay algunas dignas de estar en la historia del cine, aunque en otras haya tenido algún bache.
A pesar de la persecución sufrida en los últimos tiempos no ha dejado de trabajar y uno de sus últimos films nos llega ahora tras pasar por la Mostra de cine de Venecia 2011 donde consiguió el premio Little Golden Lion para Roman Polanski, que gozó del beneplácito de parte de la crítica.
Durante su encierro hizo el guión de esta cinta con la adaptación de la obra teatral de igual título, estrenada en Zurich en 2006, después en Londres y en Broadway en 2009, que certificó su éxito ganando seis premios Tony.
Su autora es la parisina Yasmina Reza que colaboró con él en este aspecto y no se ha cambiado nada del texto original ajustándose fielmente al mismo.
La acción parte del parque del puente de Brooklyn con la pelea de dos niños de la que uno de ellos sale con dos dientes rotos. Los padres de ambos, Nancy y Alan Cowan y Penélope y Michael Langstree, se reúnen en el apartamento de estos para últimos para dilucidar amistosamente las diferencias habidas entre sus hijos. Conforme avanza la tarde y las copas de whisky son consumidas, afloran las diferencias de clases, la violencia soterrada y ese dios salvaje que todos llevamos dentro, poniéndose la situación cada vez más tensa, agria y agresiva, mientras se hace un análisis del egoísmo de la burguesía.
No es la primera vez que Polanski adapta una obra de teatro, ya lo hizo con Macbeth y La muerte y la doncella, algo que no le es ajeno ya que casi todas sus películas suelen discurrir en lugares cerrados en muchas de sus secuencias y aquí no había de ser menos, pero muy bien salvado por el constante movimiento de la cámara, el ágil montaje y las posiciones de los actores, que así evitan el tufillo teatral, pero es insalvable en cuanto a los constantes diálogos y que todo ocurra en tiempo real.
Se nos muestran las miserias del alma humana, las poses vanidosas, se habla de la educación de los hijos, la protección de los animales, la patética manera de afrontar las cosas, las recriminaciones que se hacen los matrimonios, la hipocresía de sus posturas de tolerancia, la adicción al trabajo de Alan.
Las educadas posturas del inicio se desatan al final.
En este sentido es algo cínica con los comportamientos sociales y la denuncia políticamente correcta que hace el texto, pero terminar con un rayo de esperanza para las próxima generaciones.
Estupenda la labor de los cuatro actores, tres de ellos ganadores del Oscar, que se complementa con la dirección de Polanski, muy aficionado a cuidar cada detalle y que nada quede al azar.
No creemos que haga falta advertir que en el fondo es una obra de teatro y como tal abundante en diálogos, sin nada de acción, no sea que un público no avisado, atraído por el nombre del director y de los excelentes actores, vaya equivocado.