Título: | RESTLESS | |
Tit. Orig.: |
RESTLESS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2011 | |
Dirección: | GUS VAN SANT | |
Guión: | JASON LEW | |
Fotografía: | HARRIS SAVIDES | |
Música | DANNY ELFMAN | |
Interpretes: |
HENRY HOPPER, MIA WASIKOWSKA, RYO KASE, SCHUYLER FISK, CHIN HAN, LUISA STRUS, JANE ADAMS, PAUL PARSON, MORGAN LEE |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 85 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El norteamericano Gus Van Sant nos parece un director irregular que da bandazos entre el cine indie y el comercial, no sabiendo a qué carta quedarse como ocurre en "Restless", por el momento el último de sus films.
Personalmente nos interesa el Van Sant que es capaz de contarnos una historia, el de "El indomable Will Hunting" (1997), el de "Descubriendo a Forrester" (2000) e incluso el comprometido con "Mi nombre es Harvey Milk" (2008) y menos el que intenta epatarnos con sus experimentos y su temática juvenil tratada en "Gerry" (2002), "Elephant" (2003), "Last Day" (2005) y "Paranoid Park" (2007).
En esta ocasión parece que quiere jugar a dos barajas, a contar una historia y tocar la problemática de una atípica pareja de jóvenes enamorados, para contentar a todos los públicos, pero se queda a mitad de camino de ambas fórmulas.
Enoch es un joven huérfano que tiene la extraña afición de acudir a los funerales, tal vez porque en su día no pudo despedirse de sus padres, muertos en accidente de tráfico.
Un día conoce en uno de ellos a Annabel, una joven enferma de cáncer a la que le quedan tres meses de vida. Ambos empiezan a salir, se enamoran, pero ella le engaña, le oculta su verdad, su enfermedad.
El guion, del debutante Jason Lew, reitera una y otra vez los encuentros entre ambos, con sus conversaciones que no acaban de interesarnos ya que a pesar de que reflexionan sobre la muerte no trascienden y aunque forman una buena pareja les falta la química que necesita una bella historia de amor como la que se pretende contar.
En algunos momentos roza la cursilería y en otros la ridiculez en los diálogos, para finalizar de forma melodramática.
A veces cae en el tópico este dramático cuento romántico, un tanto diferente, artísticamente descompensado, con pinceladas de realismo mágico en esas intervenciones del soldado kamikaze japonés Hiroshi con el que Enoch suele jugar y hablar como si fuera su amigo invisible al que acaba aceptando también Annabel.
La historia no termina de cuajar, pierde el rumbo, no va a ningún lado, le falta ritmo, reitera acciones innecesarias que no tienen fuerza, ni carácter y no analiza la psicología de los personajes que unas veces ofrecen ternura en su forma de actuar y otras un poco de morbo por la muerte.
Destaca la dulzura y el encanto juvenil de Mia Wasikowska, actriz de moda desde que interpretó "Alicia en el país de las maravillas", de Tim Burton, a la que hemos visto recientemente en otros títulos y junto a ella, repartiendo la carga de la interpretación, el debut de Henry Hopper, por más señas hijo de Dennis Hopper a quien está dedicada esta cinta.
La película parece que está filmada sin entusiasmo, como si fuera de encargo, con una puesta en escena no académica y con estética de videoclip en algunos momentos.
La música, a pesar de ser de Danny Elfman, no destaca precisamente por su inspiración.
No nos extraña que en su pase por el Festival de Cannes, en la sección Una cierta mirada, terminara dividiendo a la crítica.