Título: | LAS OLAS | |
Tit. Orig.: |
LAS OLAS | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2011 | |
Dirección: | ALBERTO MORAIS | |
Guión: | ALBERTO MORAIS, DANIEL MARTÍN, IGNACIO GUTIÉRREZ-SOLANA | |
Fotografía: | JOAN BENET | |
Música | ADOLFO HARO | |
Interpretes: |
CARLOS ÁLVAREZ-NOVOA, LAIA MARULL, ARMANDO AGUIRRE, SERGIO CABALLERO, MARTHE VILLALONGA, IBRAHIM MARDISI |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 95 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Tras triunfar en el 33 Festival de Cine de Moscú 2011 donde consiguió el Jorge de oro a la mejor película, galardón que también obtuvo su protagonista masculino Carlos Álvarez-Novoa, así como el Premio de la Fipresci, "Las olas" se presentó en la sección oficial a concurso del Sevilla Festival de Cine Europeo.
Miguel, después de fallecer su esposa a la que acaba de enterrar en Valencia, su hijo quiere que se vaya con él a Zaragoza, pero se niega. Poco después emprende un viaje en su viejo coche hacia Argelès sur mer, Francia, donde perdió muchas cosas ya irrecuperables, como Elena, una joven de la que estuvo enamorado, también fallecida. Por el camino va recordando algunos momentos bélicos del pasado arrinconados en su memoria con los que busca una cierta reconciliación personal. Su coche se avería y es recogido por Blanca y su pareja y ella le acerca hasta Barcelona. Al despedirse algo ha cambiado en ambos tras su breve relación.
El film, segundo en la filmografía de Alberto Morais, que debutó con el largometraje "Un lugar en el cine" (2008) sobre el neorrealismo en la pantalla, es una especie de road movie sentimental, un tanto atípica, los con recuerdos y las pesadillas del anciano provocados por los fantasmas del pasado que vuelven a resurgir en su mente, que pretende echar la vista atrás y mostrar algunas vivencias que la juventud actual no ha tenido ocasión de conocer, como la Guerra civil española y el franquismo.
Eso lo hace a través de este anciano que de vez en cuando en su camino hace un alto allí donde vivió un hecho de su pasado marcado por una huida, la pérdida de una mujer y también la esperanza de volver a encontrarla, algo ya imposible.
La cinta está realizada de forma lenta, como corresponde al caminar del viejo protagonista, en el que aparentemente no ocurre nada a la vista del espectador, aunque Miguel tenga sus vivencias internas, que por cierto, nos parece no están son bien encajadas.
Por otra parte la planificación es monótona, casi siempre a cámara fija donde a veces salen los protagonista de campo y se queda vacío el plano, prolongado innecesariamente, tal vez en su afán de ahorro narrativo mientras que algunos movimientos de cámara le darían más dinamismo, a lo que contribuiría también la música, ausente en casi todo momento.
Estupenda la sobriedad de Carlos Álvarez-Novoa, que con su sutileza y sus silencios dice más sobre su pasado que con las palabras, al parecer impuesta por el director, y muy ajustada también la labor de Laia Marull.
El resultado no acaba de satisfacer en su conjunto dando la sensación de vacío, de no haber sabido transmitir al espectador el dolor que hay tras las olas a las que se refiere el título que movían los cadáveres depositados en las orillas galas, y todo lo demás que se quería decir, que era mucho, posiblemente por una fría puesta en escena a la que le falta emotividad y calor a la hora de transmitir el mensaje, valga la palabra a pesar de lo gastada y tópica de la misma.