Título: | THE COLLECTOR | |
Tit. Orig.: |
THE COLLECTOR | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2009 | |
Dirección: | MARCUS DUNSTAN | |
Guión: | PATRICK MELTON, MARCUS DUNSTAN | |
Fotografía: | BRANDON COX | |
Música | JEROME DILLON | |
Interpretes: |
JOSH STEWART, ANDREA ROTH, JUAN FERNÁNDEZ, DANIELLA ALONSO, ROBERT WISDOM, MICHAEL REILLY BURKE, MADELINE ZIMA, WILLIAM PRAEL, DIANE AYALA GOLDNER |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 88 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
En primer lugar nos preguntamos a qué viene importar esta película que tiene más de tres años de antigüedad si no está justificado un interés artístico y ni siquiera se la ha sabido estrenar comercialmente para sacarle unos rendimientos crematísticos, ya que a falta de una publicidad bien orientada, la que se le ha hecho es casi inexistente, muy pocos sabrán qué es lo que van a ver.
El film es el debut en la dirección de un largometraje de Marcus Dunstan, el sádico guionista de las tres últimas entregas, hasta ahora, de "Saw", es decir la 5, 6 y 7, que al mismo tiempo es responsable del argumento y del guion de ésta en compañía de Patrick Melton, que comenzó en la misma serie un capítulo antes.
En esta nueva cinta repiten casi el mismo esquema de las distintas entregas de "Saw", esta vez es una casa llena de trampas.
Arkin ha trabajado en la casa hasta finalizar la tarde. Su mujer tiene una deuda que ha de liquidar antes de medianoche y decide volver a la casa a robar una joya de la caja fuerte para pagarla, pero alguien se le ha anticipado, ha secuestrado a la familia y la ha llenado de trampas de las que será víctima si no las elude. Al tiempo tratará de salvar a los componentes de la familia, que ha atrapado el sádico asesino, que colecciona víctimas, y pasará de ladrón a convertirse en héroe.
El guion tiene más agujeros que el trapo de un afilador y no está nada elaborado. En el tiempo transcurrido desde que abandona Arkin el trabajo en la casa, no le da tiempo al asesino a maniatar y torturar a todos sus habitantes, que se suponían se iban de viaje esa misma tarde. Queda fuera la hija mayor. Y encima llenar las habitaciones de elaboradas trampas. Imposible.
Cuando entra el ladrón encuentra el terreno expedido y una vez que nota que hay alguien en la casa y quiere salir, ya están puestas las trampas, e incluso no puede escapar porque ha colocado tres o cuatro nuevas cerraduras y guillotinas en las ventanas, así como otros artificios sangrientos propios del gore, como cuchillos colgando de una lámpara, trampas para osos, anzuelos de pesca colgando del techo, o una red de hilos cortantes, que amenazan la vida de cualquiera.
No se explica el trauma que padece el asesino, su actuación no tiene razón de ser, ni por qué tortura a sus víctimas o las destripa materialmente en este juego macabro sin sentido, de principio a fin, nada verosímil.
Todo la cinta es un auténtico despropósito, con excesivas trampas, giros inexplicables que la hacen increíble e incoherente, con escenas auténticamente salvajes que dejan en pañales a "Saw" en cualquiera de sus capítulos.
Cada uno de estos adjetivos que se nos vienen a la cabeza le puede cuadrar perfectamente: dura, cruel, sangrienta, brutal, truculenta, claustrofóbica, tensa, sádica, repugnante, atroz, escalofriante, sórdida, lúgubre, torturante, macabra, efectista, insoportable y auténticamente horrorosa en definitiva.
En cuanto a la estética tiene una fotografía oscura, una planificación confusa, nunca se sabe donde está cada personaje, los actores son del montón y la banda sonora es aturdidora.
Para colmo deja el final abierto para una posible secuela.
Una película de lo más sádica que hemos visto en mucho tiempo.