Título: | LO MEJOR DE EVA | |
Tit. Orig.: |
LO MEJOR DE EVA | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2011 | |
Dirección: | MARIANO BARROSO | |
Guión: | MARIANO BARROSO, ALEJANDRO HERNÁNDEZ | |
Fotografía: | DAVID OMEDES | |
Música | ARNAU BATALLER | |
Interpretes: | LEONOR WATLING, MIGUEL ÁNGEL SILVESTRE, HELIO PEDREGAL, NATHALIE POZA, ADRIANA UGARTE, JOSÉ LUIS TORRIJO, LORENA VINDEL, ISABEL MATA, ALBERTO RUBIO | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 93 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
En casi veinte años en la profesión de dirigir cine, Mariano Barroso únicamente había hecho cinco largometrajes y con éste afronta el sexto. Entre tanto ha dirigido televisión, teatro o se ha dedicado a la enseñanza.
Es un director artesano que no suele fallar e incluso cuando tiene un buen guión, caso de "Éxtasis", acierta plenamente, mientras tanto logra productos bastante aceptables y generalmente todos sus títulos rondan en torno al thriller, como ocurre en este caso con "Lo mejor de Eva".
Es un guion ideado en compañía de Alejandro Hernández, escrito directamente para el cine, cuya protagonista es Eva, una mujer que tras cuatro años de estudios saca una plaza de juez que ejerce con severidad, olvidándose de relaciones amorosas con algún hombre, hasta que en el caso que lleva a cabo de la muerte de una bailarina de striptease se tropieza con Rocco, el novio de ésta, un atractivo gigoló de buena presencia, que se ofrece como testigo, lo que le va a cambiar la vida.
El guion parte de una base un tanto falsa, ya que una juez no puede tener relaciones con un testigo del caso que está investigando, porque pone en peligro su carrera ya que puede ser recusada, aún así se arriesga y eso hace que el resto de la trama se haga previsible desde ese momento y hasta el final.
Como relleno se introducen los encuentros eróticos de la guapa juez y el hermoso e irresistible macho que se le pone ante sus ojos, cayendo en su seducción, como profesional del sexo que es, que despierta el animal sexual que lleva reprimido desde hace años y convirtiéndola en víctima vulnerable.
En este caso el objeto del deseo es el hombre en lugar de la mujer, mientras que ésta es la que ostenta el poder y cuya relación está contemplada desde el punto de vista femenino.
De ello se aprovecha la elección de dos actores tan atractivos y adecuados para sus respectivos papeles como Leonor Watling y Miguel Ángel Silvestre, bien seguidos por el correcto reparto de secundarios.
Una vez más Mariano Barroso ha preferido para volver, tras una ausencia de casi media docena de años, un thriller con algunas carencias en el que denuncia la corrupción, el poder del dinero para escapar al delito, los bajos instintos de las pasiones humanas como arma de seducción, que usa de ella en la justa y necesaria medida que necesita el argumento.
Es un thriller algo frío, plano, sin calor, sin emoción en la intriga en la que el engaño se adivina pronto en esa apasionada historia de amor imposible y tampoco la trama judicial despierta expectativas.
Barroso, buen contador de historias, pone en ello todo su oficio, pero le falta tensión sexual y emocional.