Título: | BATTLESHIP | |
Tit. Orig.: |
BATTLESHIP | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2012 | |
Dirección: | PETER BERG | |
Guión: | ERICH HOEBERG, JOHN HOEBERG | |
Fotografía: | TOBIAS SCHLIESSLER | |
Música | STEVE JABLONSKY | |
Interpretes: | TAYLOR KITSCH, ALEXANDER SKARGARD, RIHANNA, BROOKLYN DECKER, TADANOBU ASANO, HAMISH LINKLATER, JESSE PLEMONS, LIAM NEESON, JOSH PENCE | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 130 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El cine americano recurrió a los parques temáticos con "Piratas del Caribe", ha utilizado a todos los héroes de los cómics habidos y por haber, ha adaptado los cuentos infantiles, se ha basado en videojuegos de todas clases y ya lo único que les faltaban eran los juegos de mesa, cualquier día pasan a la pantalla "El Juego de la Oca", y no nos referimos a la película de Manolo Summers.
De eso se trata aquí, del popular juego de los barquitos que de niños jugábamos con lápiz y papel y que un día la multinacional del juguete Hasbro lo convirtió en juego de mesa denominado "Batalla naval", que en definitiva es lo que significa "Battleship".
La cuestión es que los guionistas, los hermanos Erich y Joh Hoeberg, le han echado tanta imaginación que han terminado por no tener nada que ver con el original, por lo que se podía haber ahorrado los derechos, y hubieran reducido un poco los 200 millones de dólares invertidos en el presupuesto.
En este caso se trata de una invasión extraterrestre a la que ha de hacer frente la Marina de los Estados Unidos para una vez más salvar el mundo.
La historia comienza con Alex Hooper, un cabeza loca sin oficio ni beneficio, que tiene un hermano oficial de la Marina que acaba convenciéndolo para que ingrese en el cuerpo tras conquistar a Samantha, la hija del almirante Shane.
El guion da pasos de gigantes ya que las locuras que hace Alex al comienzo no se les ocurren más que a los americanos y en la secuencia siguiente ya es teniente y termina dirigiendo la operación final, salvando al mundo con un viejo destructor en desuso convertido en museo, frente a la mayor tecnología del universo. Ver para creer.
Ya en otra ocasión hemos dicho que a veces el espectador se cree todas estas patrañas de los films de ciencia-ficción en bien del espectáculo.
Esta cinta, que exalta el militarismo patriótico, si se toma como un tebeo es un simple entretenimiento que logra distraer, si se analiza a fondo, no hay por donde cogerla.
Los productores tratan de hacer un gran espectáculo, alargan demasiado el ¿argumento o simple anécdota?, reiteran los efectos especiales hasta dejarlos de sobra, aun reconociendo que están muy logrados y que constituyen un espectáculo en sí mismo.
La dirección de Peter Berg es puramente mecánica, sin estilo propio y con un reparto constituido por dos actores de moda, Taylor Kitsch y Alexander Skargard, una cantante, Rihanna, que aquí no canta y una top model, Brooklyn Decker, ambas metidas a actrices, junto al veterano Liam Neeson, que debe tener facturas por pagar, porque de otra forma no se entiende su contribución a esta clase de películas chicle, de mascar y tirar.
Una estridente música de Steve Jablonsky, el autor de las partituras de los films del mismo calado de la serie "Transformers", subraya algunos momentos de la acción, lo que en definitiva hace mucho ruido para tan pocas nueces.