Título:	LA PESCA DE SALMÓN EN YEMEN
Tit. Orig.:	SALMON FISHING IN THE YEMEN
Nacionalidad:	INGLATERRA, 2011
Dirección:	LASSE HALLSTRÖM
Guión:	SIMON BEAUFOY. Basado en la novela escrita por PAUL TORDAY
Fotografía:	TERRY STACEY
Música	DARIO MARIANELLI
Interpretes:	EWAN McGREGOR, EMILY BLUNT, KRISTIN SCOTT THOMAS, AMR WAKED, TOM MISON, RACHAEL STIRLING, CATHERINE STEADMAN, JILL BAKER
Censura:	AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS
Duración:	103 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

    El director sueco Lasse Hallström hace tiempo que salió de su patria para hacer cine y no le ha ido mal ya que fue nominado al Oscar por "Chocolat" y tiene títulos interesantes como "Las normas de la casa de la sidra", por citar tan sólo dos de ellos.
 En esta ocasión lleva a cabo la plasmación en la pantalla del primer libro de Paul Torday, publicado en 2006, de cuyo guion se ha encargado Simon Beaufoy, también nominado al Oscar por "Slumdog Millionaire", que añade cosas que no estaban en la novela para actualizarla, al tiempo que rebaja la edad de los protagonistas y elude el tono epistolar.
 Estos dos nombres son casi una garantía y si a ello le añadimos un trío de actores solventes, quiere decir que pudiera estar el éxito asegurado.
 Pero creemos que se ha cometido un error al poner este título que parece más apropiado para un documental sobre dicho deporte piscícola en tan exótica tierra, lo que puede echar para atrás a posibles espectadores.
 En realidad se trata de una comedia entretenida, con un registro de humor británico, sin mucha fuerza, que hace pasar el rato, aunque la dirección de Lasse Hallström no le da el ritmo adecuado a una pieza de este género.
 Esta vez se olvida del sentimentalismo presente en algunas de sus películas anteriores, siendo más histriónico y comedido.
 Es una alocada historia sobre una imposible pesca del salmón que encierra una sátira política.
 Un poderoso y adinerado jeque árabe quiere introducir la pesca del salmón en los ríos de Yemen y así evitar conflictos políticos para lo que solicita al gobierno británico la colaboración de un especialista, que recae en el Dr. Alfred Jones, funcionario del Ministerio de Agricultura y Pesca, que atraviesa unos momentos difíciles en su matrimonio, que se verá obligado, pese a su resistencia, a participar en el programa con el secreto deseo de que el descabellado proyecto fracase.
 Como colaboradora encuentra a Harriet, una secretaria de la empresa que aportará los medios.
 El film tiene una ironía muy propia del cine inglés con momentos divertidos de fino humorismo, aunque éstos no abunden.
 Sobre todo hace reflexionar al espectador acerca de la fe, ya que el protagonista no es creyente, pero sí lo es el jeque que lo ha contratado y le demuestra que es importante creer en algo aunque no se vea, ya que puede llegar a ser posible.
 En ello se basa finalmente el propio Alfred cuando los salmones de piscifactoría, a pesar de que no están habituados, terminarán nadando contra corriente, porque lo llevan en su ADN.
 A lo largo de la narración se introduce un romance amoroso que es bastante previsible y la rebelión de una facción guerrillera yihadista que lleva a cabo actos de terrorismo fundamentalista que está en contra del proyecto.
 Estas subtramas enriquecen la trama y también está presente el choque de dos civilizaciones que piensan de manera tan diferente y cuyas culturas son muy distintas.
 La participación del personaje de Kristin Scott Thomas en el papel de la Sra. Maxwell, (en la novela es un hombre) la impulsiva y mandona, portavoz del Primer Ministro, que elabora noticias que maquillan una realidad más dura, nos lleva a ver cómo se manipula a la opinión pública o actúan los políticos sinvergüenzas a favor de los intereses de partido.
 Es uno de los mejores papeles que le hemos visto a esta actriz y muy diferente a los que suele interpretar, que es de lo más destacado de esta entretenida cinta, junto a la química de la pareja Ewan McGregor y Emily Blunt.
 Pasa inadvertida la música de Darío Marianelli.