Título: | PROFESOR LAZHAR | |
Tit. Orig.: |
MONSIEUR LAZHAR | |
Nacionalidad: | CANADÁ, 2011 | |
Dirección: | PHILIPPE FALARDEAU | |
Guión: |
PHILIPPE FALARDEAU. Basado en la obra teatral "Bashir Lazhar" de EVELYNE DE LA CHENELIÉRE |
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Fotografía: | RONALD PLANTE | |
Música | MARTIN LÉON | |
Interpretes: | MOHAMED FELLAG, SOPHIE NÉLISSE, ÉMILIEN NÉRON, MARIE-LVE BEAUREGARD, VINCENT MILLARD, SEDDIK BENSLIMANE, LOUIS-DAVID LEBLANC, GABRIEL VERDIER | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 94 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El tema de la enseñanza en el cine tiene un capítulo con títulos a veces muy interesantes como "Semilla de maldad" (1957), pasando por "Escándalo en las aulas" (1963), "Rebelión en las aulas" (1967) y por citar algunos más recientes, "Hoy empieza todo" (1999), "La clase" (2008), entre otras.
Una película más se añade a este subgénero que tras pasar por los festivales de Sundance donde fue muy bien acogida, ganar el Premio al mejor guion y el de la Fipresci en la Seminci de Valladolid, el del público en Rotterdam, el de la crítica y del público en Locarno, seis premios Genie en su país, Canadá, entre ellos para el actor argelino Mohamed Fellag y para Sophie Nélisse como secundaria, y ser nominada al Oscar por Canadá, llega ahora a las pantallas españolas Profesor Lazhar, del director franco-canadiense Philippe Falardeau.
El film se basa en la obra teatral "Bashir Lashar", de Evelyne de la Chenelière, que era un monólogo, del que el propio realizador ha escrito el guion inventándose los demás personajes que rodean al protagonista y que constituyen esta emocionante historia.
Bashir Lazhar es un argelino de 55 años que ha huido de su tierra tras sufrir un traumático desenlace familiar.
Está a punto de ser deportado de Canadá, donde pidió refugio político, pero su expulsión está en trámite cuando en un colegio de Montreal se produce el suicidio de una profesora y él se presenta como voluntario para impartir las clases mientras el ministerio nombra a un nuevo profesor.
Sus particulares métodos son bastante originales, el sentido de la enseñanza difiere de la del centro en el que entre otras cosas está prohibido tocar, pegar o abrazar a los alumnos, pero él con sus personal carisma consigue hacerse con el cariño de la clase.
Se trata de una cinta con estupendas cualidades, con un guion muy interesante, bien estructurado, que toca temas importantes como el fundamentalismo religioso que lleva al terrorismo, la alternativa entre enseñar y educar, el abandono de algunos padres cuando los niños regresan del colegio, bien por el trabajo de éstos o por el divorcio que rompe la familia, el sentido de la culpa ante una mentira que supone una tragedia, la exigencia de algunos padres que se oponen a la manera de enseñar de los profesores e incluso de la propia directora del colegio donde parece que es traumático tratar de la vida y la muerte, el suicidio, la falta de amor, la venganza, la inmigración, la tolerancia religiosa, el aprecio a otras culturas, el esfuerzo en el trabajo, el exilio, pero siempre con la esperanza de poder lograr un mundo mejor, aunque no dé la solución a los problemas que se plantean.
La puesta en escena logra momentos emotivos en la clase con los alumnos que se comportan maravillosamente bien, con naturalidad, como si no estuvieran delante de una cámara, asumiendo perfectamente sus personajes, desde la niña repelente que todo los sabe y cita siempre el reglamento, a la más comprensiva o al chico que se siente culpable.
Enfrente la figura del profesor, un hombre que tiene un traumático pasado, que ha sufrido mucho en la vida, pero no por ello echa la culpa de su dolor a los demás.
Él también aprende de su relación con los alumnos, y se equipara a ellos a la hora de mandarles una redacción que también escribe y se somete a su corrección, cometiendo errores de forma voluntaria para que los alumnos le corrijan y aprendan a su vez.
Tras el traumático arranque el resto de la película se desliza como una balsa en aceite pero nunca cae en el sentimentalismo fácil, aunque a veces pega el pellizco emocional al espectador en el algunos momentos, con una dirección plena de sutileza y de humanidad al mostrar la relación casi paterno-filiar entre Lazhar y sus alumnos.
Bashir demuestra que ama la enseñanza como vocación no como profesión o como una forma ocasional de salir adelante en la vida, aunque sea un profesor por ortodoxo con una personalidad ejemplar o de superar un pasado traumático como también lo sufren los niños al perder a su profesora.
El film es impecable, honesto, sorteando la lágrima, sin manipular los sentimientos, ni las soluciones dramáticas; conmueve por las emociones y reflexiona sobre el método docente que enseña y al mismo tiempo educa preparando para la vida, aspecto este último al que se oponen algunos padres que prefieren educar en casa a sus hijos a su manera.
Una cinta seria, rigurosa, con un trabajo excelente de Mohamed Fellag, mucho más meritorio cuando se trata de un actor cómico muy popular en Canadá, arropado por el coro de niños que integran la clase con un comportamiento ejemplar.