Título: | RED STATE | |
Tit. Orig.: |
RED STATE | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2012 | |
Dirección: | KEVIN SMITH | |
Guión: |
KEVIN SMITH |
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Fotografía: | DAVID KLEIN | |
Música | Ocho canciones | |
Interpretes: |
MICHAEL PARKS, MICHAEL ANGARANO, KERRY BUSHÉ, NICHOLAS BRAUN, KYLE GALLNER, JOHN GOODMAN, MELISSA LEO, KEVIN POLLAK, STEPHEN ROOT, MATT JONES, COOPER THOMTON, KEVIN ALEJANDRO, MARC BLUCAS, RALPH GARMAN, JAMES PARKS |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 81 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Tras participar en los festivales de Sundance y Sitges 2011, certamen este último en el obtuvo los premios a la mejor película y mejor actor para Michael Parks, llega a las pantallas españolas este último film de Kevin Smith, un director que comenzó haciendo cine independiente, muy considerado por la crítica en un principio que poco a poco ha ido degenerando en su cine, siendo la más interesante de su filmografía "Persiguiendo a Amy", las demás han sido productos más o menos comerciales, caso de "Una chica de Jersey" y las nefastas "¿Hacemos una porno?" y "Vaya par de polis".
"Red State" vuelve a ser un producto comercial, dentro de lo que cabe, que nada tiene que ver con sus comedias anteriores, ya que se trata de una trama de terror, en la que tres chicos, Jared, Travis y Billy Ray, que pretenden tener sexo simultaneo con Sara, una mujer adulta, son secuestrados por una secta de fanáticos religiosos pertenecientes a la Iglesia de las cinco puntas, liderada por Albin Cooper, un lunático que odia la homosexualidad y que cree que los que la practican son el mal del mundo, el diablo en persona, y por eso hay que eliminarlos.
En la segunda parte, que constituye todo el secuestro, hay algunos momentos de tensión y suspense, pero también un largo sermón religioso en donde se expresan las intenciones del predicador Cooper, considerado por los neonazis como un loco demente, hasta que llegan las fuerzas del orden y todo se convierte en una auténtica batalla campal, mal planificada por otra parte, con escenas de una gran violencia, expuestas sin ningún reparos en todo momento.
El guion parece propio de un telefilm de sobremesa en donde se critican los extremismos religiosos que lleva a los fanáticos practicantes a la violencia y la intolerancia hasta convertirse auténticamente en duros terroristas de la ideología religiosa que profesan, sin que haya una auténtica fe en los creyentes, sino un afán de exterminar a los que consideran los enemigos de su fe llegando para ello hasta el crimen.
También hay una cierta crítica a la exagerada actuación de la policía que disparan sin preguntar en una acción alocada a la hora del asalto a la iglesia.
Pero todo se toca de forma superficial y sin darle profundidad a los personajes, mientras que los actores defienden sus papeles de la mejor manera que pueden.
No creemos que Kevin Smith haya mejorado mucho con respecto a sus últimos títulos a pesar del registro dramático dejando atrás la comedia.