Título: | LOS NOMBRES DEL AMOR | |
Tit. Orig.: |
LE NOM DES GENS | |
Nacionalidad: | FRANCIA, 2010 | |
Dirección: | MICHEL LECLERC | |
Guión: |
MICHEL LECLERC, BAYA KASMI |
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Fotografía: | VINCENT MATHIAS | |
Música | JEROME BENSOUSSAN, DAVID EUVERTE | |
Interpretes: |
SARA FORESTIER, JACQUES GAMBLIN, ZINEDINE SOUALEM, MICHÉLE MORETTI, JACQUES BOUDET, CAROLE FRANK, ZAKARIYA GOURAM, LAURA GENOVINO |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 99 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El cine francés está llegando últimamente con gran profusión a nuestras pantallas y casi no hay semana que no tengamos algún título de esa nacionalidad en las carteleras y algunos de ellos bastante acertados.
En esta ocasión le toca el turno a "Los nombres del amor", que nos cuenta la historia de una pareja singular por la personalidad tan diferente de cada uno de sus componentes.
Arthur Martin procede de madre judía y todo el mundo le nombra a un comerciante que se llama igual que él. Por su parte Baya Benmahmoud es argelina de sangre árabe, pero todos la creen brasileña, por su nombre. Mientras que él es un apocado ornitólogo especialista en enfermedades de los animales, un hombre serio y disciplinado, ella es un espíritu libre, divertida, vivaracha, que no le hace ascos a acostarse con los fachas para convencerlos de que ser de izquierda es mejor.
Por aquello de que los polos de signos diferentes se atraen, el amor hace mella en ellos. Ella le enseñará a vivir de una manera diferente ya que se está perdiendo lo mejor de la vida con esa actitud tan seria y distante.
Como se puede ver por esta especie de sinopsis inicial no hay mucho de original en esta historia que indudablemente comienza de una manera singular, explicando a cámara cada uno lo que son sus orígenes desde su infancia hasta el presente.
La historia, que posee algo de autobiográfico de los dos guionistas, hace una cierta crítica política, toca la inmigración norteafricana a Francia, el choque de culturas, la judía y la musulmana y la discriminación racial.
Abusa en exceso de los diálogos, demasiada palabrería, algo que abominaba la Nueva Ola Francesa de los films clásicos de esa nacionalidad y es el pecado en el que cae éste.
Por otra parte crea situaciones divertidas que se basan especialmente en el contraste de los caracteres tan diferentes de la atípica pareja, Baya desinhibida con respecto al sexo hasta el punto que no le importa andar desnuda por la calle, frente a la seriedad cuadriculada de Anton.
Buena parte del logro de esta cinta, que no es perfecta, pero sí una comedia entretenida y en muchos momentos divertida, está en la interpretación de la pareja protagonista, la seriedad de Jacques Gamblin y la desenvoltura de la joven y atractiva Sara Forestier, lo que no extraña en absoluto que se llevara el César del cine francés a la mejor interpretación femenina, como igualmente lo logró la originalidad de planteamiento del guion.
Michel Lecler vuelve con este su segundo largometraje al género de la comedia con el que se inició en la dirección, dándole a ésta un adecuado ritmo propio de esta clase de películas.