Título: | EN SUS MANOS | |
Tit. Orig.: |
CONTRE/TOI | |
Nacionalidad: | FRANCIA, 2009 | |
Dirección: | LOLA DOILLON | |
Guión: |
LOLA DOILLON |
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Fotografía: | MATHIEU VADEPIED | |
Música | ANTHONY LEROY, SANDRA MOUBARAK | |
Interpretes: |
KRISTIN SCOTT THOMAS, PIO MARMAI, JEAN-PHILIPPE ECOFFEY, MARIE-SOHNA CONDE, MARIE-CHRISTINE ORRY, VINCIANE MILLEREAU, JEAN-LOUIS TRIBES, SOPHIE FOUGÉRE |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: | 77 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
La joven directora francesa de 37 años, Lola Doillon, hija del director Jacques Doillon y hermana del actor Lou Doillon, debutó en el largometraje con "Et toi t'es sur qui?", una película sobre jóvenes, tras hacer cinco cortos y una serie de televisión.
Para su segundo film decidió cambiar totalmente el chip y rodar una historia de adultos, ya que siempre se había preguntado acerca del síndrome de Estocolmo, síntoma por el que cualquier secuestrado termina tomándole afecto a su secuestrador.
La doctora Anna Cooper sale corriendo de un portal, regresa a su casa y tras pasarse por su trabajo se encamina a la comisaría más cercana para denunciar un secuestro, del que ha sido víctima por haber tenido un negligencia médica.
La cinta tiene un guion sencillo, que expone esta faceta del ser humano que provoca que una persona secuestrada simpatice de alguna manera con su secuestrador, en el que apenas intervienen dos actores, Kristin Scott Thomas y Pio Marmaï, que acaparan el noventa por ciento de los planos y que interpretan a la víctima y su captor.
Entre ambos hay odio, espíritu de venganza por la pérdida de un ser querido por parte de él y posteriormente también de ella que no tiene sentido de culpabilidad por haber cometido una supuesta negligencia, ya que en una mesa de operaciones no siempre hay garantías de salir con vida, aunque sea la intervención más sencilla posible y a pesar de que las estadísticas son bastante favorables en lo que se refiere al éxito en un elevado porcentaje.
La relación que se establece entre ambos se suaviza en el roce y la comprensión cuando se van confesando los motivos, algo que va conociendo el espectador al mismo tiempo y que va desvelando el suspense que se establece al inicio al no saberse los motivos que le lleva a él a cometer ese delito.
La película recuerda por su trama a "El coleccionista", de William Wyler, salvando las distancias y los motivos sean diferentes.
La directora se las ingenia para sacarle partido, en cuanto a la planificación, a algo que transcurre prácticamente en una habitación, para que no sea monótono y aburrido.
La historia queda relegada a un simple ejercicio interpretativo entre Kristin Scott Thomas, estupenda actriz nominada al Oscar por "El paciente inglés" y Pio Marmaï, al que hemos visto en "Un feliz acontecimiento" y en "La delicadeza", que se comportan de forma correcta en sus respectivos papeles, que no dan para mucho, pero a los que le sacan todo el partido posible.
En ellos descansa todo el peso de esta historia que no se priva de dar un giro en los metros finales ocasionando una inesperada sorpresa para el espectador.