Título: | LAS RUINAS | |
Tit. Orig.: |
THE RUINS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2007 | |
Dirección: | CARTER SMITH | |
Guión: |
SCOTT B. SMITH. Basado en su propia novela |
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Fotografía: |
DARIUS KHONDJI |
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Música | GRAEME REVELL | |
Interpretes: |
JONATHAN TUCKER, JENA MALONE, SHAWN ASHMORE, LAURA RAMSEY, JOE ANDERSON, DIMITRI BEVEAS, SERGIO CALDERÓN |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 92 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El cine de terror parece haber encontrado una especie de subgénero con los turistas en peligro. Últimamente se han visto algunas cintas con esos protagonistas, ya sea a punto de ser devorados por un enorme cocodrilo o como en este caso por plantas carnívoras que hacía tiempo que no se veían en una pantalla.
Amy y Stacy están de vacaciones en Cancún (México) con sus respectivos novios, Jeff y Eric. Allí conocen a Mathias que les habla de unas ruinas mayas donde trabaja su hermano que ha desaparecido y deciden ir de excursión a buscarlo. A última hora se le añade un chico griego.
Una vez allí por razones desconocidas han de enfrentarse con unos hostiles lugareños y terminan en lo alto de la pirámide maya sin saber si lo que les espera arriba es peor que lo de abajo.
Como es previsible en estos casos irán cayendo sistemáticamente cada uno de los componentes del grupo de diversa forma y lo interesante es averiguar quién es el que se salva de los seis.
El guión se basa en el best-seller de Scott B. Brown, que decidió hacer también el guión, como hizo con su primer libro, 'Un plan sencillo' (1998), que fue llevado al cine por Sam Raimi de forma estupenda y que le valió una nominación al Oscar como mejor guión adaptado, que no es éste el caso.
Carter Smith, director que debuta en el largometraje con esta producción, ha optado por los espacios abiertos produciendo el terror con otros métodos que no los tradicionales de vampiros o muertos vivientes que están tan gastados, aunque no falten las escenas gore a base de mutilaciones realistas.
El director se toma en serio el film, aunque no aporta nada nuevo, pero crea una atmósfera de angustia creciente, e ingenuamente cae en algunas escenas que resultan ciertamente surrealistas que podían haberse evitado o justificado la situación de otra forma, lo que echa a perder un arranque prometedor que flaquea conforme avanza la acción.