Título: | GOLPE DE EFECTO | |
Tit. Orig.: |
TROUBLE WITH THE CURVE | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2012 | |
Dirección: | ROBERT LORENZ | |
Guión: |
RANDY BROWN |
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Fotografía: |
TOM STERN |
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Música |
MARCO BELTRAMI |
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Interpretes: |
CLINT EASTWOOD, AMY ADAMS, JUSTIN TIMBERLAKE, JOHN GOODMAN, MATTHEW LILLARD, ROBERT PATRICK, ED LAUTER, CHELCIE ROSS, MATT BUSH |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 111 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Con cierta frecuencia un actor se pasa a dirigir, pero en esta ocasión es un director el que ha vuelto a actuar como actor.
Es el caso de Clint Eastwood quien hace cuatro años, cuando interpretó al Walt Kowalski de 'Gran Torino' (2008), dijo que se retiraba de aparecer en la pantalla.
Ha sido la amistad y las buenas relaciones con Robert Lorenz, productor de sus últimas diez películas, y ayudante de dirección desde 'Los puentes de Madison', el que le ha pedido que apadrine su ingreso en la nómina de directores, haciéndole el favor de interpretar su primer largometraje, 'Golpe de efecto' (2012), en un papel que ha sido escrito a su medida y que tiene algo que ver con el de 'Gran Torino' (2008), por el carácter cascarrabias del personaje en cuestión.
Hacía veinte años que no se ponía en manos de un director y en este caso accede a hacerlo a las órdenes de un novato.
Gus Lobel es un viejo ojeador de figuras del béisbol que trabaja para un club de la liga nacional, el Atlanta Braves, cuyo contrato está a tres meses de cumplirse y a punto de finalizar su carrera.
Está perdiendo la vista y por ende facultades, aunque todavía tiene mucho que ofrecer, pero los ejecutivos no entienden de sentimientos, sino de cifras y resultados, aunque él se niega a la retirada. Ese defecto lo suple con su notable experiencia, con su intuición y su gran oficio.
Es un ojeador de la vieja escuela, mientras que los arrogantes jóvenes, que solo piensan en escalar puestos, se fían de las estadísticas, de los ordenadores, de los programas informáticos y de las nuevas tecnologías para catalogar a un jugador, pero esas técnicas también fallan.
Esto último era lo que se utilizaba en 'Moneyball', pero es mejor apoyarse en la capacidad y la experiencia humana que en la frialdad de las máquinas, por muy exactas y fiables que sean.
Gus es un hombre arisco, de mal carácter, pero en el fondo tiene buen corazón, vive solo, se quedó viudo muy pronto y con una hija, Mickey, a la que mandó a un internado, y con la que no ha tenido unas buenas relaciones, cuyos secretos y mentiras no le ha ayudado.
Mickey, ahora es abogado y está a punto de ser socio de un gran bufete, pero se preocupa por la salud de su padre, quien le llevaba a ver los partidos de béisbol y sabe tanto como él de la técnica de este juego.
No es por quitarle méritos al nuevo director, pero a lo largo del film se palpa un ambiente, un clima y un ritmo muy próximo a los títulos dirigidos por Clint Eastwood, o será que ha sido un buen maestro para su debutante alumno.
El guion, del también debutante Randy Brown, a pesar de ser sobre béisbol, deporte que en España se desconoce bastante de sus reglas, por lo que en principio se piensa que no interesaría mucho, sin embargo deja esta cuestión al fondo del conflicto entre padre e hija, de las relaciones y de los problemas emocionales entre ambos.
Lobel no acaba de encontrar las palabras para confesar el amor a su hija mientras se mete por medio Johnny Flanagan, un joven ex-jugador retirado antes de tiempo debido a una lesión, ahora ojeador de un equipo de la competencia, que se enamora de ella.
La cinta deja abierto el camino a la esperanza de arreglar el conflicto familiar afectivo, a la capacidad redentora del amor paterno-filial, al trabajo hecho con pasión y en contra de aquellos que no piensan más que en llegar a cualquier precio.
Clint Eastwood, que le da el dramatismo y brillantez a la película, hace un estupendo papel, muy bien secundado por Amy Adams, actriz tres veces nominada al Oscar, que le ofrece una estupenda respuesta, con buena química, sobre los que recae el peso del drama, y en menores papeles el carismático John Goodman y el joven cantante y actor Justin Timberlake.
La traducción del título original, que en España se le ha otorgado el de 'Golpe de efect'o, que nada tiene que ver, mientras que el primero hace alusión al defecto de un jugador, que es la base del conflicto de esta interesante historia.