Título: | BABYCALL | |
Tit. Orig.: |
BABYCALL | |
Nacionalidad: | NORUEGA, SUECIA, ALEMANIA, 2011 | |
Dirección: | PAL SLETAUNE | |
Guión: |
PAL SLETAUNE |
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Fotografía: |
JOHN ANDREAS ANDERSON |
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Música |
FERNANDO VELÁZQUEZ |
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Interpretes: |
NOOMI RAPACE, KRISTOFFER JONER, VETLE QVENILD WERRING, STIG R. AMDAM, MARIA BOCK, MONA ENGH, TOM HUGO NIELSEN, HENRIK RAFAELSEN |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 93 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
No son muchas las películas noruegas que llegan a nuestras carteleras y curiosamente en poco tiempo hemos tenido ocasión de ver dos de ellas, 'La isla de los olvidados' (2010), dirigida por Marius Holst y Babycall, dirigida por Pal Sletaune, que fue el productor de aquella entre la casi docena de film que cuenta en su filmografía como tal.
Como director 'Babycall' es su cuarto título que mezcla algunos aspectos terroríficos con algo fantasmagórico. Y no se piensen que se trata de un film de miedo, ni de terror como habitualmente se conciben.
Anna y su hijo Anders, de ocho años, huyen del mal trato que les da su marido y se van a vivir a un apartamento cuya dirección nadie conoce, salvo los Servicios Sociales. Ella compra un intercomunicador infantil, un babycall, para oír a su hijo cuando duerme en la habitación contigua. Unos misteriosos ruidos empiezan a sonar a través del aparato que asustan a Anna. La amistad que hace Anders en el colegio con un enigmático niño viene a complicar más los dramáticos hechos.
El arriesgado guion, escrito por el mismo director, juega con elementos fantásticos, con realidades e ilusiones que hace que el espectador se pierda a veces al no saber en qué faceta se encuentra, lo que convierte al film en algo complejo que le exige un esfuerzo extra al público para ser capaz de ordenar y poner en pie el enredado puzzle, y distinguir las situaciones reales de las que son meramente simbólicas.
El intercomunicador es un elemento más del suspense que se origina en esta historia en la que apreciamos ciertas influencias de las cintas fantasmales de origen oriental que aparecieron años atrás por nuestras pantallas.
La manera tan particular de llevar a cabo la narración no ayuda precisamente al esclarecimiento final de este dramático thriller que denuncia la violencia doméstica, algo que no muestra pero deja intuir en el acoso del marido maltratador.
A lo largo de la proyección aparecen otros personajes como el dependiente de la gran superficie que no aportan gran cosa al desarrollo de la historia, que termina como empieza.
La película sirve para que la actriz Noomi Rapace, tras su intervención en 'El hombre que no amaba a las mujeres', haga aquí un papel muy diferente a aquel, tanto en lo físico, como en lo psíquico, de la mujer asustada que tiene miedo de lo que le puede pasar a ella y también a su hijo, en lo que da un recital de interpretación. Por su trabajo ganó el premio a la mejor actriz en el Festival de cine de Roma y el premio Amanda de la Academia del cine noruego y tres premios más para otros aspectos del film.