Título: | TRANCE | |
Tit. Orig.: |
TRANCE | |
Nacionalidad: | INGLATERRA, 2013 | |
Dirección: | DANNY BOYLE |
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Guión: |
JOE AHEARNE, JOHN HODGE |
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Fotografía: |
ANTHONY DOD MANTLE |
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Música |
RICK SMITH |
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Interpretes: | JAMES McAVOY, ROSARIO DAWSON, VINCENT CASSEL, DANNY SPANI, MATT CROSS, MARK POLTIMORE, SIMON KUNZ, SPENCER WILDING | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 101 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Danny Boyle es un director británico algo irregular, que comenzó bien su carrera con 'Tumba abierta' (1994) que pasó desapercibida, fue lanzado con 'Trainspotting' (1996), tropezó con 'La playa' (1999), se levantó de forma aceptable con '28 días después' (2002) hizo dos títulos irrelevantes con 'Millones' (2004) y 'Sunshine' (2007) y volvió a triunfar con 'Slumdog Millonaire' (2008) y realizó a continuación una obra menor, '127 horas' (2010).
Ahora nos llega con 'Trance' (2013), uno de sus títulos más ambiciosos, que va en torno al robo de una obra de arte, el cuadro 'El vuelo de las brujas', de Francisco de Goya, con el que hace un original y sofisticado thriller.
Simon es un adicto al juego que para pagar sus trampas accede a robar un cuadro en una subasta, pero recibe un fuerte golpe en la cabeza y pierde la memoria de dónde lo ha escondido.
Frank, el jefe de la banda, contrata a Elizabeth Lamb, una hipnoterapeuta, para investigar en su memoria y descubrir el lugar donde se encuentra la valiosa pintura.
El guion se basa en una historia escrita hace una docena de años que fue puesta en imágenes para la televisión en 2001 dirigida por su propio autor, Joe Ahearne, del que ahora se ha hecho esta nueva versión que está constituida por el viaje a través de la mente del protagonista para recordar lo que ha perdido en su memoria, con la ayuda de su terapeuta.
Tiene un buen comienzo, planteada como una película clásica de robos, e incluso los dos primeros tercios de su desarrollo son excelentes, constituyendo un buen ejemplo de cine negro moderno, pero a continuación se transforma en una sesión de psicoanálisis y en el tramo final la historia se complica demasiado tratando de explicar elementos ocultos en la narración que no conocía el espectador, que de alguna manera le pueden sorprender, porque de forma truculenta se le han ido ocultando para crear el suspense, pero que están mal expuestos y complican el desarrollo y la comprensión de la solución última que le deja insatisfecho.
Esto no quita para que el film posea un buen trabajo del triángulo interpretativo compuesto por James McAvoy en el complicado personaje de un ludópata ladrón y Rosario Dawson, posiblemente en su mejor interpretación hasta hoy, y menos sorprendente Vincent Cassel que suele estar bien en casi todas sus actuaciones.
Danny Boyle esta vez acierta en hacer una dirección bastante interesante de este producto comercial que posee un guion bien escrito, con la salvedad de la laguna final, pero mantiene la atención durante toda la proyección.
Un interesante thriller moderno, nada convencional, con una confusa trama psicológica que no aclara bien al término de la misma.