Título: | SOLA CONTIGO | |
Tit. Orig.: |
SOLA CONTIGO | |
Nacionalidad: | ARGENTINA, ESPAÑA, 2013 | |
Dirección: | ALBERTO LECCHI | |
Guión: |
ALBERTO LECCHI, LEONARDO SICILIANO |
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Fotografía: |
FEDERICO RIVARES |
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Música |
CARLES PEDRAGOSA |
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Interpretes: |
ARIADNA GIL, LEONARDO SBARAGLIA, SABRINA GARCIARENA, GONZALO VALENZUELA, ANTONIO BIRABENT, CARLOS HUGO ARISTARAIN |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: | 93 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Una vez más surge la colaboración cinematográfica entre Argentina y España para llevar a cabo este nuevo largometraje de Alberto Lecchi que hace el número once de su filmografía para la gran pantalla a la que ha vuelto tras realizar casi media docena de series de televisión que le han tenido apartado del mundo del cine unos cuantos años.
María Teresa Maradei es una española de 45 años que vive en Buenos Aires, que lo ha conseguido todo en la vida, tiene clase, está divorciada y quiere recuperar a sus dos hijas que viven con su ex-marido, pero su tortuoso pasado debido al alcohol se lo impide y además recibe una amenaza de muerte, sin más justificación, que se ejecutará en cinco días, pero antes ha de pedir perdón a aquellos a los que hizo daño.
De Alberto Lecchi hemos visto algunas de sus películas que nos han resultado cuando menos aceptables como 'Perdido por perdido' (1993), 'El dedo en la llaga' (1996), 'Operación Fangio' (1999), pero últimamente la calidad de su cine ha bajado sensiblemente como se demostró en 'El frasco' (2008) y vuelve a suceder con 'Sola contigo' (2013) que tras participar en la sección oficial del 16 Festival de cine español de Málaga se fue de vacío.
El problema es el guion que trata de unir el melodrama de la protagonista con el carácter de thriller de la historia que mantiene a Ariadna Gil todo el tiempo en pantalla, no falta ni en un solo plano, y constantemente se ve asediada por su móvil, como si el film estuviera producido o patrocinado por una compañía telefónica.
El relato es poco clarificador, con giros imprevisibles, no se justifica la primera reacción de María, el atraco a la farmacia está sumamente forzado y mal contado, metido con calzador para provocar otra víctima y algunas acciones que le manda hacer el asesino resultan ridículas, parece que están participando en el juego de Simón dice... y para terminar el final es confuso y poco aclarador, aunque se intuye desde bastante tiempo antes.
El personaje tiene un carácter autodestructivo y vive con el peso del suceso luctuoso ocurrido en su pasado, agobiada por el peso de la culpa y el ansia de redención, el fracaso de su matrimonio y que la ley no le permita ver a sus hijas, ni acercarse a ellas, ni a su ex-marido, para los que supone un peligro en potencia.
Laborioso el dramático trabajo de Ariadna Gil, que aparece todo el metraje sin maquillar, demacrada, con ganas de morir o que la maten. La intervención de Leonardo Sbaraglia correcta pero escasa, en el papel de un ambiguo inspector de policía.
Alberto Lecchi esta vez parece que no ha sido capaz de controlar la situación ni poder enderezar el fallido guion cuyo sorprendente desenlace decepciona al espectador que no sale de su asombro.