Título: | UN HOMBRE SOLITARIO | |
Tit. Orig.: |
SOLITARY MAN | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2009 | |
Dirección: | BRIAN KOPPELMAN, DAVID LEVIEN | |
Guión: |
BRIAN KOPPELMAN |
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Fotografía: |
ALWIN KUCHLER |
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Música |
MICHAEL PENN |
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Interpretes: |
MICHAEL DOUGLAS, SUSAN SARANDON, DANNY DeVITO, MARY-LOUISE PARKER, JESSE EISENBERG, IMOGEN POTTS, JENNA FISCHER, RICHARD SCHIFF, BEN SHENKMAN |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 90 MINUTOS |
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Por JOSÉ MONTESINOS
Con tan solo dos películas, contando ésta, en su curriculum se presentan los directores Brian Koppelman y David Levien, autores en 2001 de “Ajuste de cuentas”.
Koppelman habitual guionista es quien escribe en solitario el guion de este “Hombre solitario” que nos narra la historia de un vendedor de coches de éxito que consiguió tener una serie de franquicias hasta que un buen día la suerte le da la espalda, comete una infracción, hace una estafa a gran escala y desde entonces no levanta cabeza.
Divorciado, con una hija con la que no se lleva del todo bien y arrastrando innumerables problemas económicos, en lo único que piensa es en quién llevarse a la cama.
Ahora tiene una relación con una mujer adinerada pero por inercia le es infiel, perdiéndola a ella y sus contactos con los que iba a comenzar una nueva vida de éxito.
No hay mucho que contar de una historia que si ya empieza mal, para él solo puede ir a peor. Koppelman muestra al protagonista en una bajada a los infiernos, esquivándole sus antiguas amistades, viéndose solo y sin poder salir adelante.
El guionista ofrece un interesante arranque pero conforme van pasando los minutos esto se diluye centrándose únicamente en la faceta de cazador de mujeres del protagonista.
Es por ello que va perdiendo fuerza y no termina de conectar con el espectador que se aburre, primero por el ritmo dado a las imágenes y después por el propio devenir de los acontecimientos.
En el capítulo directivo, a pesar de ser dos directores, no terminan de cogerle el pulso al largometraje, ofreciendo un film muy discreto, donde el espectador no se siente a gusto en ningún momento, con el considerable enfado de haber perdido hora y media en una película sin nada que nos interese.
La cinta está conformada alrededor de Michael Douglas, que no desaparece nunca de la pantalla, sobre el que recae todo el peso interpretativo, mostrándose muy histriónico en ocasiones y gesticulante en otras. No es precisamente de sus mejores trabajos, secundado por nombres tan conocidos como los de Susan Sarandon, Danny DeVito o Mary-Louise Parker, en breves apariciones y sin aportar nada más.
Película fallida, que llega con cuatro años de retraso a los cines españoles y muy seguramente porque en su día no habría ningún distribuidor que le viese la rentabilidad suficiente y por ello que se ve abocada a un estreno minoritario, tan solo en un puñado de salas españolas donde se exhibe en formato blu-ray para abaratar costes.