Título: | OMAGH | |
Tit. Orig.: |
OMAGH | |
Nacionalidad: | INGLATERRA, IRLANDA, 2004 | |
Dirección: | PETE TRAVIS | |
Guión: |
PAUL GREENGRASS, GUY HIBBERT |
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Fotografía: |
DONAL GILLIGAN |
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Música |
No tiene |
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Interpretes: |
GERARD McSORLEY, MICHÉLE FORBES, STUART GRAHAM, PETER BALANCE, PAULINE HUTTON, FIONA GLASCOTT, PAUL KELLY, KATHY KIERA CLARKE, CLARE CONNOR, GERARD CROSSAN, SARAH GILBERT, ALAN DEVLIN, BILLY CLARKE |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: | 104 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Esta película está basada en un hecho real, el atentado terrorista llevado a cabo el 15 de agosto de 1998 en la pequeña ciudad de Omagh, en Irlanda del Norte, en donde el IRA Auténtico, que reivindicaba la continuación de la lucha armada, hizo explosionar un coche bomba con 220 kgr. de explosivos en plena calle céntrica ocasionando 31 muertos, entre ellos dos niños españoles de una excursión escolar de intercambio, y unos 300 heridos, para romper el proceso de paz tras los acuerdos del Viernes Santo.
El film tiene dos partes bien diferenciadas. Una media hora primera en la que conocemos todos los preparativos del artefacto y a algunos de los personajes, que después serán protagonistas, como la familia Gallagher que perdió a su hijo mayor, Aiden, de 21 años, y cuyo padre se convirtió en el presidente de la Asociación de Víctimas del terrorismo de Omagh.
Tras la explosión y los actos de dolor comienza la segunda parte con las reivindicaciones de los afectados, las investigaciones de la policía, los contactos con los políticos, hasta llegar a conocer que éstos sabían que se iba a producir o que el apresar a los culpables podía interferir las negociaciones en el logro de la paz, ninguneando así a quienes reivindican justicia y respeto a sus seres queridos muertos, sin que hasta le fecha hayan tenido respuesta oficial.
Los propios afectados colaboraron para conseguir el mayor realismo y verosimilitud en esta cinta y el esclarecimiento de la verdad.
Película realizada sin iluminación, con cámara a mano, con técnica televisiva de reportaje, de donde proviene su director, Pete Travis, que debuta en el largometraje.
A pesar del realismo puesto en sus imágenes, la reconstrucción fidedigna no asegura la tensión narrativa ni mayor acercamiento del espectador a los personajes, a pesar del serio trabajo de técnicos y actores, con una fotografía casi en blanco y negro.
Decae un tanto en la segunda parte, mientras que en la primera se experimenta más la emoción y el suspense.