Título: | ÉXTASIS | |
Tit. Orig.: |
ÉXTASIS | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 1996 | |
Dirección: | MARIANO BARROSO | |
Guión: |
JOAQUÍN ORISTRELL, MARIANO BARROSO |
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Fotografía: |
FLAVIO MARTÍNEZ LABIANO |
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Música |
BINGEN MENDIZÁBAL, KIKE SUÁREZ ALBA |
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Interpretes: |
JAVIER BARDEM, FEDERICO LUPPI, SILVIA MUNT, DANIEL GUZMÁN, LEIRE BERROCAL, ALFONSO LUSSON |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: |
86 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Cuando la crítica echó las campanas al vuelo con la primera obra de Mariano Barroso, 'Mi hermano del alma', nosotros disidimos, pero con la segunda, 'Éxtasis', nos ha convencido.
Vuelve a tocar un tema parecido, el de las personas marginales, descolocadas, representadas en tres amigos, Rober, Max y Ona, que abandonan a sus familias, a las que roban dinero para vivir su vida.
El problema comienza cuando Max es metido en la cárcel varios meses y Rober se hace pasar por él ante el padre, un famoso y rico director de teatro, que lo abandonó de pequeño y no lo reconoce.
Se inicia así la ascensión de este truhán, perdedor y desesperado, que llega con la intención de robar y conoce las mieles del triunfo en el teatro, planteándose entonces si seguir con la farsa, ya que ha encontrado su sitio, y que ahora tiene un padre, dinero, un pasado y hasta el éxito, o traicionar a sus amigos.
Pero la duda surge, si todo aquello conseguido a base de una traición merece la pena, por lo que tiene que elegir, en una solución entre utópica y heroica.
La suplantación de personalidad, las tardías relaciones entre Rober y su supuesto padre, que se entrega totalmente al haber encontrado un hijo al que modelar a su manera, sentirse orgulloso de él y hacerle triunfar, así como la ocasional y permitida traición amorosa del hijo con la amante, son también temas que se deslizan a través del bien trazado esquema.
El estupendo guión de Joaquín Oristrel es una reflexión sobre el precio del éxito ante el que hay que tomar una decisión.
Pero es también el enfrentamiento de unos personajes marginales al poder, al triunfo y el orden establecido, aquí representado en el acomodado director teatral y su amante.
No cabe duda de que Mariano Barroso ha hecho en esta ocasión una película muy sólida, con un gran atractivo, comenzando por el inquietante guion, bien estructurado en la acción, que ha confeccionado con Oristrel y terminando por una dirección inteligente, que sabe lo que es dirigir actores a los que les da toda clase de facilidades y libertad para construir sus personajes y que trata con cariño.
El estupendo quinteto le ha respondido maravillosamente, destacando la veteranía de Federico Lupi con una interpretación de muchos quilates, o la serenidad de Silvia Munt, bien seguidos por los jóvenes, tanto Javier Bardem, como los debutantes, un sólido Daniel Guzmán y funcional y encantadora Leire Berrocal.
Pasó por los festivales de Berlín, Londres, Washington, entre otros y recibió el premio de la Asociación de críticos de Nueva York y el Premio ACE 1997 al mejor film.