Título: |
PARIS |
Título original: |
PARIS |
Nacionalidad: |
FRANCIA de 2008 |
Dirección: | CEDRIC KLAPISCH |
Guión: | CEDRIC KLAPISH |
Fotografía: |
CHRISTOPHE BEAUCARME |
Música: |
ROBERT BURKE, LOIE DURY y CHRISTOPHE MINCK |
Interpretes: |
JULIETTE BINOCHE, ROMAIN DURIS, FABRICE LUCHINI, ALBERT DUPONTEL, FRANCOIS CLUZET, KARIN VIARD, GILLES LELLOUCHE, MELANIE LAURENT y ZINEDINE SOUALEM |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS |
Duración: |
125 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Posiblemente sea la ciudad de la luz una de las más fotografiadas por el cine y en ocasiones se convierte en auténtica protagonista de las historias que se desarrollan entre sus calles, plazas y fuentes.
Cualquier espectador puede tener una imagen de París en su retina vista en multitud de veces en la pantalla.
Cédric Klapisch es el autor en este caso que elige, una vez más, a su ciudad natal para prestarle un homenaje junto con sus gentes ideando esta historia de Pierre, un bailarín del famoso Moulin Rouge, al que se le diagnostica una grave afección cardíaca y necesita de un trasplante.
Mientras espera, ve las cosas con otras perspectivas, conoceremos a su hermana y a sus sobrinos, así como a alguno de sus vecinos, a las gentes del mercado, a la panadera, a sus compañeros de baile, al profesor de historia enamorado de una alumna, etc.
Todo un mosaico de personas que a veces se cruzan entre ellas, tienen relaciones o no y entre las que se da el amor, la muerte, el desamor, el humor o el drama.
Para ello posee un reparto coral en el que de alguna manera está representada parte de la sociedad parisina que da lugar a las distintas historias, unas más interesantes que otras, cortas o alargadas dependiendo de cada circunstancia, pero siempre abiertas a la esperanza.
El director, que se dio a conocer con Una casa de locos (2001) y Las muñecas rusas (2005), adopta un tono distinto en esta ocasión, eligiendo el drama en lugar de la comedia, aunque no esté falto de algunas gotas de humor.
A veces resulta un poco fría en la puesta en escena y esto hace que no lleguemos a interesarnos por el drama que viven sus personajes, bastante verosímiles por otra parte, principalmente el de Pierre, mientras que los demás hacen su vida, trabajan, se enamoran, ríen o sueñan. Quizá sus historias resulten dispersas.
El film posee una cuidada fotografía y una música bien elegida.
En la interpretación destaca la siempre interesante Juliette Binoche, que se lleva la parte del león, y su actor fetiche Romain Duris que es la sexta vez que coinciden.