Título: |
MILLENNIUM 2, LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDON DE GASOLINA |
Título original: |
FLICKAM SOM LEKTE MED ELDEN |
Nacionalidad: |
SUECIA, DINAMARCA de 2009 |
Dirección: | DANIEL ALFREDSON |
Guión: | JONAS FRYKBERG, Basado en el libro escrito por STIEG LARSSON |
Fotografía: |
PETER MOKROSINSKI |
Música: |
RASMUS HANSEN |
Interpretes: |
MICHAEL NYQVIST, NOOMI RAPACE, ANNIKA HALLIN, PER OSCARSON, LENA ENDRE y PETER ANDERSSON |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS |
Duración: |
129 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Tras la expectación despertada por la primera parte, El hombre que no amaba a las mujeres, que se convirtió en uno de los mayores éxito del cine sueco en muchas décadas y los buenos resultados conseguidos en todo el mundo, llega esta segunda de la trilogía de Stieg Larsson que parece ha levantado menos entusiasmo en los espectadores, no sabemos si es porque ya ha dado tiempo a leer los tres abultados libros y se sabe lo que ocurre o porque también es que ha gustado menos a ciertos sectores de la crítica y ha hecho huir a los espectadores.
El esquema y los ingredientes de este segundo capítulo inconcluso, que todo hay que decirlo, ya que este relato queda cortado y termina en la tercera parte, es en cierto modo parecido al primero. Si bien allí era Mike Blomkvist el que estaba acusado de algunos delitos, aquí es Lisbeth Salander, quien ajusta cuentas con su pasado tratando de ser una mujer libre, la que se ve implicada en un doble crimen, siendo inocente, por lo que ha de huir y ocultarse para poder demostrarlo procurando dar caza a los culpables. En lo posible se verá ayudada por Mike, en justa correspondencia de lo que sucedía en el primer capítulo.
Para el guión no era fácil adaptar las 750 páginas y se han quitado acciones secundarias, datos periodísticos y personajes, que tal vez enriquecían la narración, pero que para su versión para la pantalla queda la trama más lineal y limpia. Se centra en este caso más en la intriga del relato policiaco, sin que aparezcan esta vez temas políticos como el nazismo, crítica sobre la sociedad sueca, no tan idealista, por el trato vejatorio a las mujeres o los policías corruptos, aunque en esta ocasión cae un poco en el folletín en lo referente al pasado de ella.
En cuanto a la puesta en imágenes, aunque es más funcional, apenas encontramos diferencias con la primera, a pesar del cambio de dirección, ya que la producción se ha encargado de empastar el conjunto y darle unidad a la trilogía.
A pesar de que el resultado podía haber sido mejor, sin embargo hay que tener en cuenta que lo que hemos visto es la mitad de una película, que queda sin terminar y cuya conclusión se verán en la tercera parte.