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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras la irregular calidad de las producciones que ha dirigido hasta ahora Angelina Jolie, 'En tierra de sangre y miel' (2011) e 'Invencible' (2014), más le valdría que dejara de hacerlo y se dedicara a lo que ha hecho hasta ahora, interpretar, dado que tampoco en esta ocasión con su tercer intento ha logrado que la crítica esté a su lado, con esta historia íntima de un matrimonio maduro que se resquebraja por momentos cuya relación es tormentosa, en un guion que escribió antes de dedicarse a la dirección, realizado en el décimo aniversario de su boda.
La acción se desarrolla en Francia, a mediados de los años 70. Vanessa, es una ex-bailarina retirada, algo depresiva y su marido Roland, es un escritor fracasado y bebedor, que recorren el país mientras se distancian paulatinamente el uno del otro, hasta que llegan a un pueblecito junto al mar y establecen relación con algunos de sus habitantes.
Ambos se instalan en un hotel de la costa francesa en unos días de vacaciones. Sus vecinos de habitación son Lea y François, una pareja de recién casados a los que espían, pero también están el resto de los habitantes del pueblo entre los que se encuentran Michel, el dueño del único café del lugar, cuya esposa falleció recientemente con la que vivió un intenso amor, que se esfuerza en superar su pérdida hallando una razón para seguir, y Patrice, también viudo, al que le une una profunda amistad.
La lo largo de la historia se establece el contraste entre las dos parejas. Ellos llevan bastante tiempo casados y han perdido la ilusión, y hasta se maltratan de forma perversa, humillándose, mientras que el joven matrimonio acaba de empezar y aún no tienen problemas.
Es una historia lenta, muy europea de una relación dañada, en la que todo se hace confuso, sin apenas acción, ni intriga, con una sucesión de tiempos muertos, aburrida, cuya intención es la de explorar el dolor y el amor.
Es un drama basado en una ambientación intimista en el que abundan los silencios sobre los diálogos, muy distinta a la película en la que se conocieron Angelina y Brad, 'Sr. y Sra. Smith' (2005), un relato íntimo esta vez, que muestra un amor en su madurez.
Es la cinta más personal de esta directora, que tiene problemas con el ritmo, en la que no pasa nada, con exceso de metraje, que es un proyecto minimalista y suicida que Jolie lo afronta con valentía del que no logra salir airosa como directora ni como actriz, algo más centrado Brad Pitt, pero el mejor es Nils Arestrup, el dueño del bar que es una especie de conciencia de escritor.
Los minutos transcurren y no pasa nada, con escenas repetidas, tal vez para mostrar la apatía de la pareja en el transcurrir de cada día, mostrando las idas y venidas de Roland del hotel al bar en donde se emborracha mientras trata de escribir su nueva novela que no avanza, que ya no soporta a Vanessa y únicamente piensa en sí mismo y su libro mientras ella va de compra, pasea por la playa, lee o se aburre en el hotel del que apenas sale, hasta que llega la otra pareja y ella empieza a tener celos, a espiarla en sus relaciones sexuales y a sentir envidia de algo que ya no tiene con su marido, del que hasta le da asco cuando la besa.
La verdad es que no se necesitaba tanto metraje, de planos tan largos y a veces vacíos, con diálogos tan pretendidamente transcendentes y pretenciosos para decir tan poco.
Tiene una espléndida fotografía de perfecto colorido que realza los bellos paisajes que ilustran la historia.
Film fracasado tanto en lo artístico como en lo comercial con un presupuesto de diez millones de dólares del que no ha obtenido ni el diez por ciento en taquilla.
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