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CRITICA
Por: PACO CASADO
Pocos aficionados al cine podrán negar que Steve McQueen no era sólo una estrella del cine americano sino un buen actor acreditado por interesantes títulos de su filmografía como 'Los siete magníficos' (1960), 'La gran evasión' (1963), 'El rey del juego' (1965), 'Bullit' (1968), 'El caso Thomas Crown' (1968), 'La huida' (1972), 'El coloso en llamas' (1974) y así podríamos seguir completando una larga lista de notables películas interpretadas por él bajo la batuta de grandes directores como John Sturges, Peter Yates, Norman Jewison, Sam Peckinpah, John Guillermin, etc.
Ahora ese cine norteamericano al que él pertenecía quiere prestarle un homenaje con este documental quince años después de su muerte en México a los 50 años debido a un cáncer que, ironías del destino, él que estuvo tantas veces a punto de morir debido a su afición a las carreras y a la velocidad, deporte en el que tantas muertes se producen en los malditos circuitos.
Esta es la historia de una obsesión, de una traición y de una reivindicación última, la de cómo una de las estrellas más volátiles, carismática de su generación, que al parecer perdió tanto, que tenían en gran estima en la búsqueda de su sueño, sin embargo lo siguió hasta el final.
El film repasa el rodaje de 'Las 24 horas de Le Mans' en 1971 por parte del actor, un apasionado por la competición automovilística que trata de realizar el título definitivo sobre las carreras de coches, que quería que fuera el más importante de su vida.
Gabriel Clarke y John McKenna también grandes apasionados a esta clase de competiciones, son los directores encargados de su realización.
La cinta combina impresionantes secuencias inéditas, los testimonios de personas allegadas, como su hijo Chad McQueen, su primera esposa Neile Adams, el guionista Alan Trustman, el director John Sturges que lo había dirigido con anterioridad en varias películas, que abandonó el rodaje por no ponerse de acuerdo a la hora de elegir el guion y lo retomó Lee H. Katzin que no pudo salvar el desastre que se convirtó el resultado final quedando una producción que tan sólo interesa a los aficionados a las carreras automovilísticas, debido a las impresionantes escenas reales de aquella competición de 1970 que se filmó completa para después intercalar las imágenes convenientes en la trama que condicionó la confección de la misma que, según dicen se ha convertido finalmente en un film de culto.
Tras el accidentado rodaje, que pudo terminar por hundirle, el actor no volvió a practicar esta afición.
En cuanto a la vida del actor se hace notar, según los testimonios ofrecidos, que era un mujeriego empedernido al que no le importaba traicionar su matrimonio, un pendenciero, con pasión por las carreras de coches y la velocidad que posiblemente le interesaba más que el cine que en definitiva fue lo que le dio la popularidad y el dinero para dedicarse a esas aficiones, del que se dice estaba celoso de Paul Newman porque había protagonizado '500 millas' (1969), de James Goldstone.
Junto a las entrevistas de los muchos personajes se incluyen grabaciones sonoras con la voz de Steven McQueen junto a imágenes inéditas del complicado rodaje que fue un fiasco comercial en el que se centra prácticamente todo el contenido de este documental, lo que origina que se haga un poco monótono y que posiblemente tan solo interese a los aficionados al cine y a las carreras.
Pasó por el Festival de Cannes y el de San Sebastián.
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