Título:	MOULIN ROUGE
Tit. Orig.:	MOULIN ROUGE
Nacionalidad:	EE.UU., AUSTRALIA, 2001
Dirección:	BAZ LUHRMANN
Guión:	BAZ LUHRMANN, CRAIG PEARCE
Fotografía:	DONALD McALPINE
Música	CRAIG ARMSTRONG
Interpretes:	NICOLE KIDMAN, EWAN McGREGOR, JOHN LEGUIZAMO, JIM BROADBENT, RICHARD ROXBURGH, KYLIE MINOGUE, GARY McDONALD, CAROLINE O'CONNOR, NATALIE MENDOZA
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS
Duración:	126 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

         Mucho nos temíamos que fuera un remake al uso del clásico de 1952 de John Huston, 'Moulin Rouge', pero afortunadamente nada tiene que ver, porque el australiano Baz Luhrmann, autor de las mediocres 'El amor está en el aire' (1992) y 'Romeo + Julieta' (1996) no sería el más apropiado para ello, hasta el punto que dice haber pretendido renovar el género musical, cuando en ese sentido creemos que nada aporta, sino más bien le da al film una estética de videoclip y un nervioso montaje en corto que se carga todas las posibles coreografías, los recargados y barrocos escenarios donde se recrea enteramente París en los estudios australianos de la Fox.
 Christian, un joven escritor, llega al París de 1900 y es introducido por Toulouse Lautrec en el famoso cabaret como autor de una obra que está montando y se enamora de Satine, una cortesana parisina de la que está encaprichado un Duque que puede salvar el establecimiento con su aportación económica.
 La idea de utilizar conocidas canciones pop-rock desde Madonna a Sting o Elton Jones, pasando por Rogers y Hammerstein en 'Sonrisas y lágrimas' (1965) no es mala, aunque sea anacrónico con la época y con el argumento, que recuerda a 'Margarita Gautier' (1936).
 En lo que no estamos de acuerdo es en la forma que ha dado a este melodrama musical, de espectacular fotografía, lleno de maquetas, efectos especiales, vertiginoso y mareante montaje que no deja ver ni siquiera la buena labor de los actores, lo más digno de este aparatoso y deslumbrante espectáculo.
 Ganó dos Oscar: a decorados y vestuario. Tres Globos de oro: película musical, Nicole Kidman y Banda sonora. Bafta a la música, al sonido y a Jim Broadbent. Cinco premios de la Academia australiana: fotografía, producción, sonido, vestuario, edición. En total 77 premios internacionales. 

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 Producida por Carlos Reygada, Carlos Serrano Azcona, Jaime Rosales y Jaime Romandía, hace su ópera prima el guionista y director madrileño Carlos Serrano Azcona, que fue ayudante de dirección de Carlos Reygada en su primer largometraje, Japón.
Antes estudió Filosofía en la Universidad Complutense y dirección en la London Film School, pero poco aprovecharía el tiempo a juzgar por los resultados de su ópera prima.
 A la vista de quienes son los productores, del estilo de cine que suelen hacer, de la ayudantía de dirección con el que aprendió, no es de extrañar que el cine que lleva a cabo en su primera película este individuo sea exactamente igual que el de sus próceres, con las mismas características, de aburrido, de sin sentido, de sin argumento y de sin idea de lo que es el lenguaje cinematográfico en su afán de innovar o de epatar, siempre con la cámara a mano y pegada a la nuca del protagonista que deambula por las discotecas y las calles de noche, de día o duerme en un banco, sin la más mínima elipsis de tiempo.
 El protagonista se ha divorciado de su mujer pero quiere ver a sus hijas, cosa que tiene prohibido por ley y a pesar de ello se empeña en hacerlo. Ha trabajado fugazmente en la discoteca de un amigo pero es expulsado a las primeras de cambio y se vuelve a quedar en la calle sin nada que hacer. Termina acercándose a ver a su abogado que le vuelve a decir que no haga nada y acaba por querer tirarse de un puente y ahí se corta la historia, si es que a eso se le puede llamar así, que está mejor contada en estas cuatro líneas que en las insoportables imágenes de esto ya que no nos atrevemos a llamarle película.
 Esta misma técnica en las cintas de Reygada es aburrida, se ve crecer la hierba, observar íntegro un amanecer o una puesta de sol, pero al menos tiene una belleza que aquí no hay por ningún lado. Y se ponga como se ponga el director y sus patrocinadores esto es anticine, anticomercial y dudamos que encuentre quien lo estrene. Pasó por el Festival de San Sebastián en una de las secciones paralelas, que es donde se ha llegado a exhibir y los pocos que la vieron salieron echando pestes.