Título: | TRASCENDENCE | |
Tit. Orig.: |
TRASCENDENCE | |
Nacionalidad: | EE.UU., INGLATERRA, 2014 | |
Dirección: | WALLY PFISTER | |
Guión: | JACK PAGLEN | |
Fotografía: | JESS HALL | |
Música | MYCHAEL DANNA | |
Interpretes: | JOHNNY DEPP, REBECCA HALL, PAUL BETTANY, CILLIAN MURPHY, KATE MARA, MORGAN FREEMAN, CLIFTON COLLINS JR., COLE HAUSER, JOSH STEWART | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: |
119 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
En la prensa de estos días algún periódico hablaba de la posibilidad de hacer un trasplante de cerebro, lo que parece de ciencia ficción. Pues bien, esta cinta habla de algo similar.
El Doctor Will Caster es un famoso investigador, un científico loco que termina siendo víctima de su ambicioso proyecto, que está a la cabeza de los estudios de inteligencia artificial, que pretende crear una máquina, lo más parecida al ser humano, capaz de sentir, de asumir toda la gama completa de las emociones, con conciencia, con posibilidad de tomar decisiones vitales, lo que podría ser una amenaza para la sociedad.
Por ello tiene que enfrentarse en lucha abierta a un grupo que está en contra de los avances científicos, unos auténticos extremistas, terroristas antitecnología.
Cuando es herido con una bala envenenada y ante la inminencia de su muerte, traspasa su conciencia a una de sus máquinas, con la colaboración de su mujer, Evelyn, también una científica que le ayuda en sus experimentos, en compañía de su amigo Max Waters.
El director americano Wally Pfister debuta en la dirección de un largometraje con esta película de ciencia ficción de la mano del londinense Christopher Nolan, que es quien se la produce y para el que trabajó en sus producciones como director de fotografía, que ahora se pasa a la realización con esta parábola ecologista que avisa sobre los peligros de la interconección a través de las redes sociales y los medios de que disponemos hoy en día.
El film está realizado con un ritmo lento en el que se pueden distinguir tres partes: una primera en la que Will investiga en su invento de poder conectar el cerebro humano a un mono; una segunda en la que él al morir, su esposa recupera su cerebro y lo traspasa o implanta en una máquina que sorprendentemente tiene capacidad de hablar, pensar, opinar, dirigir la investigación como si fuera él mismo y la tercera que es ya el sumun de lo increíble cuando logra encontrar la forma de volver a la vida, no ya a través de la máquina sino en cuerpo y alma mortal.
Ahí hay que tirar la toalla ya que por muy ciencia ficción que sea o género en el que se quiera encuadrar esta cinta, resulta intragable.
Es ahí donde se acumulan la mayoría de los efectos especiales para así contentar a los amantes de la acción de esta clase de películas y hacerles olvidar la confusión argumental y que salgan de la sala con algún buen sabor de boca, después de contemplar este fallido debut.
Un Johnny Depp irregular, sin disfraz, siendo él mismo y sin ninguno de los tics habituales de otras interpretaciones suyas, lo que le priva de carisma.
Le acompañan de forma correcta Rebecca Hall que toma el protagonismo en una historia de amor que no convence y Paul Bettany en un personaje bastante ambiguo.
El guion, excesivamente convencional, con graves errores, demasiado ambicioso, debido al debutante Jack Paglen, es realmente infumable con un sinsentido constante de principio a fin que resulta aburrido, en el que todo se diluye en una tremenda confusión y risible al término del mismo.
El film ha sido un completo fracaso comercial en Estados Unidos, ya que ha costado cien millones de dólares, lo cual era sumamente arriesgado poner tan enorme cifra en manos de un novato, y lo conseguido en la taquilla americana no ha alcanzado ni la cuarta parte del presupuesto inicial, lo que quiere decir que todo no es cuestión de dinero si no hay buenas ideas y se sabe qué hacer con ellas.
Tampoco ha contado con el beneplácito de la crítica.