Título: |
SUD EXPRESS |
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Tit. Orig.:
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SUD EXPRESS |
Nacionalidad: |
ESPAÑA, PORTUGAL, 2005
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Dirección: |
CHEMA DE LA PEÑA, GABRIEL VELÁZQUEZ |
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Guión: |
CHEMA DE LA PEÑA, GABRIEL VELÁZQUEZ |
Fotografía: |
DAVID AZCANO |
Música |
JOSÉ ÁNGEL LORENTE |
Interpretes: |
GERALD MORALES, TINO GUIMARAES, GERMAN A. JOAO, LIDIA PINVILLE, JAVIER DELGADO, PILAR BORREGO, JUANMA HERNÁNDEZ, MIGUEL MARTÍN, HICHAM MALAYO, SEVERINE BATIER, FERNANDO TAVARES |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS |
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Duración: |
102 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El tren siempre ha sido un elemento muy cinematográfico.
En su interior se han llevado a cabo emocionantes historias de amor, suspense, crímenes, robos y aventuras múltiples.
Pero en esta ocasión el tren se ha quedado al margen, ya que tan sólo se ha elegido como excusa para situar una serie de anécdotas que se mezclan a lo largo de este argumento, de personajes que viven cercanos a las vías del trayecto del Sud Express que hace su recorrido entre París y Lisboa.
Chema de la Peña y el debutante Gabriel Velázquez, pensaron en hacer un documental sobre esa distancia, pero encontraron una serie de anécdotas y cambiaron el rumbo a una película de ficción con historias mínimas que la mayoría de las veces poco o nada nos interesan: dos hermanos que viven juntos hace muchos años y no se hablan, la esposa de un taxista machista y xenófobo que va al encuentro de su antiguo amor, el chico paralítico que recoge firmas para que desvíen el tren y no pase por el pueblo, la relación entre un terrateniente y su capataz, los emigrantes que buscan mejorar su vida, etc.
Salvo ese débil hilo del tren no hay nada más que estas desiguales anécdotas de gente anónima que no acaban cerrándose ni dándoles solución a los problemas que plantean, unas veces sobre la soledad, otras sobre la incomunicación por el carácter o por el idioma, el desamor, la desolación, etc..
Lo mejor es la actuación espontánea de los improvisados actores no profesionales que le dan cierta veracidad y la buena fotografía que posee la película.
Descarga cartel Ficha
Producida por Carlos Reygada, Carlos Serrano Azcona, Jaime Rosales y Jaime Romandía, hace su ópera prima el guionista y director madrileño Carlos Serrano Azcona, que fue ayudante de dirección de Carlos Reygada en su primer largometraje, Japón.
Antes estudió Filosofía en la Universidad Complutense y dirección en la London Film School, pero poco aprovecharía el tiempo a juzgar por los resultados de su ópera prima.
A la vista de quienes son los productores, del estilo de cine que suelen hacer, de la ayudantía de dirección con el que aprendió, no es de extrañar que el cine que lleva a cabo en su primera película este individuo sea exactamente igual que el de sus próceres, con las mismas características, de aburrido, de sin sentido, de sin argumento y de sin idea de lo que es el lenguaje cinematográfico en su afán de innovar o de epatar, siempre con la cámara a mano y pegada a la nuca del protagonista que deambula por las discotecas y las calles de noche, de día o duerme en un banco, sin la más mínima elipsis de tiempo.
El protagonista se ha divorciado de su mujer pero quiere ver a sus hijas, cosa que tiene prohibido por ley y a pesar de ello se empeña en hacerlo. Ha trabajado fugazmente en la discoteca de un amigo pero es expulsado a las primeras de cambio y se vuelve a quedar en la calle sin nada que hacer. Termina acercándose a ver a su abogado que le vuelve a decir que no haga nada y acaba por querer tirarse de un puente y ahí se corta la historia, si es que a eso se le puede llamar así, que está mejor contada en estas cuatro líneas que en las insoportables imágenes de esto ya que no nos atrevemos a llamarle película.
Esta misma técnica en las cintas de Reygada es aburrida, se ve crecer la hierba, observar íntegro un amanecer o una puesta de sol, pero al menos tiene una belleza que aquí no hay por ningún lado. Y se ponga como se ponga el director y sus patrocinadores esto es anticine, anticomercial y dudamos que encuentre quien lo estrene. Pasó por el Festival de San Sebastián en una de las secciones paralelas, que es donde se ha llegado a exhibir y los pocos que la vieron salieron echando pestes.