Título: |
SUNSHINE |
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Tit. Orig.: |
SUNSHINE | |
Nacionalidad: | INGLATERRA, 2007 | |
Dirección: | DANNY BOYLE | |
Guión: |
ALEX GARLAND |
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Fotografía: |
ALWIN H. KUCHLER |
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Música |
KARL HYDE, JOHN MURPHY, RICK SMITH |
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Interpretes: |
CILLIAN MURPHY, CHRIS EVANS, ROSE BYRNE, CLIFF CURTIS, TROY GARITY, HIROYUKI SANADA, MARK STRONG, BENEDICT WONG, MICHELLE YEOH |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: |
105 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El cine de ciencia ficción no tiene reglas y plantea el futuro cada autor a su antojo, aunque cada vez les cueste más trabajo inventar, ya que todo avanza a una gran velocidad hoy en día.
Esta historia parte del supuesto que el Sol se apaga y hay que reavivarlo para que siga surtiendo de vida a la Tierra.
Para ello en el año 2050 se envió el Ícaro I que fracasó.
Siete años más tarde una nueva tripulación de ocho personas se embarca en el Ícaro II con idéntica misión: ponerle una bomba del tamaño de Manhattan para que vuelva a lucir.
La premisa nos parece absurda ya que es poco menos que imposible acercarse a él sin derretirse, la prueba está en cómo uno de los tripulantes resulta con graves quemaduras con sólo mirarlo al dos por ciento de su capacidad.
Podía haberse elegido cualquier planeta menos peligroso, ya que sólo se trata de una excusa para filosofar y discutir entre los tripulantes metidos en la claustrofóbica nave, hasta que vuelve a suceder otro accidente que pone también esta misión en peligro, teniendo que luchar por sus vidas, el futuro de la Tierra y su estabilidad anímica y mental.
A partir de ahí el film da un vuelco, el ritmo se dispara y todo lo que era pura filosofía y metafísica se transforma en acción, como una vulgar cinta de terror, con crímenes por doquier, mientras los tripulantes van desapareciendo, volviéndose confusa la narración y poco claro el resultado.
La película está falta de originalidad y se parece a muchos títulos precedentes, que sería largo enumerar, dispersándose los conflictos dramáticos, morales y metafísicos planteados.
Danny Boyle, tras su buen comienzo con 'Tumba abierta' (1994), adquirió fama con la sobrevalorada 'Trainspotting' (1996) y después ha seguido dando cal y arena con productos tan endebles como 'La playa' 2000, otros discretos como Millions (2004) y '28 días después' (2002), demostrando ser un director irregular, que busca lo comercial enmascarando algo pretendidamente trascendente, con contenido y altura.
Así le pasa aquí que saca buen partido de las imágenes, de los efectos especiales y un correcto trabajo de los actores, pero falla en el mensaje.
No deja de ser irónico o significativo que la nave se llame Ícaro que todo sabemos que encontró la muerte por acercarse al sol y derretirse sus alas.
Y también le pasa a la película que pasa de ser entretenida.