|
CRITICA
Por: PACO CASADO
En la década de los años setenta el cine policiaco francés, el llamado polar, adquirió su máxima cumbre gracias a directores como Melville, Becker, Verneuil, Giovanni, Boisset que pusieron las bases que le distinguían del que hacía el cine americano.
A esta lista se une ahora un recién llegado que hace su segundo título con 'Conexión Marsella' (2014) en torno a una sociedad corrupta y amoral.
Basada en una historia real, ambientada en 1975, cuenta la llegada del joven magistrado Pierre Michel a la ciudad de Marsella, que pasa de ser Juez de menores a combatir el Crimen organizado para ayudar a la lucha contra el tráfico de droga, con el objetivo de desactivar la famosa llamada French Connection, una operación de la mafia que se dedicaba a exportar heroína a todo el mundo y especialmente al mercado Norteamericano sin el cual sus ventas decaerían tremendamente. Un tráfico que duró unos cuarenta años.
Sin escuchar las advertencias Michel emprende una cruzada contra Gaëtan Zampa, conocido como Tany, entre 1977 y 1981, el jefe de la mafia, un hombre sin escrúpulos dispuesto a mantener su estatus y su ilegal negocio que le da su poder a base de corrupción incluida la propia policía.
Pero pronto va a entender que para obtener resultados deberá cambiar sus métodos si quiere vencer al padrino de la mafia corsa, pero es un hombre que está convencido de poder cumplir el objetivo que se ha propuesto de hacer cumplir la ley, a pesar de lo que cueste, con toda la honradez del mundo.
Así cuando en una ocasión intentan sobornarle toma el dinero y a continuación lo entrega en una organización benéfica para demostrarle a ese mundo corrupto que no había posibilidad de poderle comprar y además sale en todos los periódicos.
El tema nos recuerda a la 'French Connection' (1971) de William Friedkin, que interpretaban Gene Hackman y Fernando Rey en un importante duelo que ganó cinco Oscar.
Ese empeño en hacer cumplir la ley, en llevar a cabo su deber muy a pesar de que sus superiores a veces no le apoyan o no le dan los medios o lo retiran del caso, está a punto de costarle su matrimonio, ya que su esposa vive en un miedo constante de lo que le pueda pasar a su marido.
Esta película no sigue las normas del policiaco actual en el que priva la acción, los tiroteos, la violencia, pero a pesar de su excesivo metraje no decae el ritmo que se le ha imprimido a sus imágenes que mantienen el suspense y la emoción en todo momento.
A pesar de que en su argumento no priva la acción, sino por el contrario el mostrar la investigación con todo tesón y empeño, el ritmo no se resiente en ningún momento, ya que el espectador está interesado en saber cómo se realiza la misma y los métodos que emplean tanto la policía como los delincuentes para burlar la ley, en este retrato violento y amoral del crimen organizado en el país francés.
Posee unos extraordinarios y sólidos actores con unas estupendas interpretaciones, caso de Jean Dujardin que hace una actuación muy creíble, frente a un Gilles Lellouche en el despiadado capo de la droga Zapa, que sostienen de por sí todo el film cuya batuta está a cargo del director marsellés Cédric Jiménez que sigue la tradición del cine policiaco francés de los grandes directores galos de este género, que hace su primer largometraje en solitario tras debutar junto a Arnaud Duprey con 'Aux yeux de tous' (2012) que no se vio aquí.
La banda sonora ilustra con canciones populares de la época la buena ambientación conseguida de aquellos años.
Premio del público en el Festival de Sarasota 2015. Nominada a 2 César (vestuario y decorados).
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BSO
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE