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CRITICA
Por: PACO CASADO
Después de realizar documentales musicales como 'Sevillanas' (1992), 'Flamenco' (1995), 'Tango' (1998), 'Iberia' (2005) o 'Fados' (2007), el veterano cineasta español, aragonés por más señas, Carlos Saura, vuelve al género con un recorrido en esta ocasión por la música, el baile y el cante de su tierra, Aragón.
Un viaje musical en el que lo acompañan grandes artistas extranjeros y españoles como el violinista libanés Ara Malikian, el compositor italiano Giovanni Sollima, el guitarrista clásico Juan Manuel Cañizares, la bailaora flamenca Sara Baras y el gaitero gallego Carlos Núñez, además de la música del compositor aragonés Alberto Artigas y las coreografías del propio director que, a lo largo de la película, va explorando la tradición de la danza más popular de su tierra.
Carlos Saura dirige este documental en el que propone un nuevo recorrido de los cantes y bailes más tradicionales y apegados a su patria chica, hasta aquellos que anticipan el futuro de esta música en un itinerario visual en el que los decorados, los espejos y la luz sirven de guía al relato, con la idea de dejar para la posteridad un documento vivo, histórico y único, ya que investiga sobre el origen, que sirva en un futuro como recuerdo y consulta para todos aquellos amantes de esta música.
El film aborda con una espectacular puesta en escena la evolución de la jota desde sus orígenes hasta nuestros días.
Con una fotografía realmente extraordinaria, siguiendo en la línea de las primeras como 'Sevillanas' o 'Flamenco', aunque esta vez no cuente con el concurso del gran maestro Vittorio Storaro, aquí los paneles están ilustrados o con colorido con lo que lucen más, con un gran gusto estético, con iluminación de varios colores o con pinturas ilustrativas y en otras ocasiones usa de proyección de imágenes en movimiento, con los cuadros de luces muy bien puestos con una cámara a veces en movimiento o en planos cenitales, sobre un baile que no es tan popular como los de los dos documentales antes citados.
Saura realiza una cinta muy interesante que como documental es fantástico, una auténtica maravilla, en el que no hay exteriores solo interiores, todo filmado en estudio en un mismo plató que va cambiando a cada clase de jota, de la que nos descubre muchas que no conocíamos, como la jota flamenca o la jota moderna a ritmo de jazz que son realmente espléndidas y que mezcla con otros géneros como el Fandango, de Boccherini. También hay cita para jotas clásicas como la compuesta por el maestro Sarasate.
La película es todo un legado para saber cómo es la jota.
De la docena de documentales musicales realizados por el cineasta aragonés, unos con argumentos otros no, en estos últimos a veces surgen improvisaciones sobre temas no previstos que de alguna manera enriquecen con su espontaneidad y frescura las imágenes.
En este caso el propio director firma también la coreografía.
Hace un estudio de la jota en todas las regiones de España y aprovecha para rendir varios homenajes, con un trozo de 'Nobleza baturra' (1935) de Florián Rey, a Imperio Argentina y otro a Paco Rabal con un fragmento de 'Goya en Burdeos' (1999), del propio Saura que, a sus 84 años, ha puesto toda la pasión que siente por su terruño en esta nueva obra suya que es toda una antología para saber cómo es la jota.
Pasó por el Festival de Toronto dentro de la sección Masters.
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