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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el diccionario hemos encontrado dos acepciones de la palabra ente: "lo que es, existe o puede existir".
Ente de razón: "el que no tiene ser real y verdadero y sólo existe en el entendimiento".
Ambas pueden ser válidas para comprender o definir esta película.
Según se nos dice al final de su argumento se basa en unos hechos reales ocurridos en Los Ángeles (California), debidamente novelados para el film.
Todo empezó cuando un ser invisible entró en su cuarto la golpeó y la violó.
La noche siguiente todos los objetos de la habitación comenzaron a agitarse violentamente.
Carla Moran escapó con sus tres hijos a casa de una amiga.
Al día siguiente su misterioso agresor se apoderó de los mandos de su coche y estuvo a punto de provocar un accidente y matarla.
El psiquiatra no la cree, pero la siguiente violación en el cuarto de baño deja señales en su cuerpo.
A pesar de todo el médico insiste en que todo es de carácter psicológico.
La tercera violación no permite ya la más mínima duda.
Tiene lugar ante testigos, pero ni quiera entonces la creen.
Carla Moran es una trabajadora y madre soltera de tres hijos, con dificultades económicas, que es violada y atormentada por una fuerza desconocida difícil de explicar.
Primero le sucede a solas y todos piensan que es fruto de su imaginación.
En sucesivas ocasiones, como hemos descrito, van ocurriendo estos hechos en presencia de sus hijos, de psicólogos y parapsicólogos, hasta llegar a someterse a un experimento, desesperada por lo que le ocurre, y está dispuesta a todo incluso a morir porque así no puede vivir.
Decíamos al principio que cualquiera de estas dos definiciones podían ser válidas.
La primera porque avala la posible existencia de estas fuerzas desconocidas suprahumanas que, al no ser visibles, podían haber hecho que la cinta cayera en lo ridículo, cosa que se ha salvado de forma extraordinaria, y en todo momento se tiene conciencia en la historia de su existencia, aunque no se vea al no tener una presencia física real.
La segunda porque bien podía ser producto de la imaginación de la protagonista, pero lo que se nos muestra en la película en cada secuencia es de demostrarnos que no es así.
En el film se habla de poltergeismos o lo que es lo mismo, de fenómenos extraños, que no tienen una explicación por las leyes naturales, pero que al parecer pueden existir, como en el caso de trepidaciones de los objetos o de levitaciones.
La cinta puede tener un claro precedente en la producción de Tobe Hooper, 'Poltergeist (Fenómenos extraños)' (1982) y también en 'El exorcista' (1973), de William Friedkin, si se admite una fuerza del mal que se introduzca en el interior del cuerpo de una persona y que le produzca un extraño comportamiento e incluso pueda llegar a manifestarse a través de moretones en determinadas partes externas del mismo.
A pesar de estos claros precedentes apuntados, pensamos que la película posee una entidad propia y en cierto modo no se parece a ninguna de ellas, pero las hemos citado para que el espectador tenga unas simples referencias de lo que se trata.
El guion de Frank DeFelitta está basado en su propio libro de igual título que se ha convertido en el más vendido de este autor.
Sidney J. Fury hace un buen trabajo de dirección en este caso ayudado por el especialista en efectos visuales William Cruse que materializa físicamente algunos trucos.
No obstante se le podría achacar algunos planos un tanto enfáticos y varias raras angulaciones de cámara, pero ello le da cierta personalidad a su realización.
Excelente la labor que hace Barbara Hershey que hace una buena interpretación del personaje principal, el de la señora Carla Moran, por el que fue premiada en el Festival de cine fantástico de Avoriaz, una estupenda actriz que la que recordarán de algunos trabajos suyos anteriores como el de 'Un bebé para mi esposa' (1970), dirigida por James Bridges.
Premio a Barbara Hersey como mejor actriz en el Festival de Avoriaz.
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