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CRITICA
Por: PACO CASADO
Robert de Niro parece que últimamente se decide por pasarse a la comedia e incluso no tiene inconveniente en parodiarse a sí mismo, como en esta película haciendo de Mitch un agente de policía serio, malhumorado, hierático y algo problemático, que ha de plegarse a las órdenes de su jefe y tendrá que aliarse con otro agente muy diferente a él para hacer un programa de televisión y así limpiar su imagen de las portadas de los periódicos.
Desde los comienzos del cine cómico las parejas de actores han estado de moda haciendo contraste: gordo y flaco, negro y blanco, serio y cómico, etc. ya que en esas diferencias está en parte la comicidad.
Esta vez se parodian las series norteamericanas de policías de la televisión, los realitys show, se critica la batalla de las audiencias y la manipulación que hacen los medios audiovisuales, mientras el público se traga toda la telebasura que sea necesaria.
A la televisión le falta originalidad, ideas nuevas e incluso un público que demande otras cosas distintas de las ya habituales, por eso cuando sale algo medianamente original, suele triunfar.
El film tiene algunos buenos golpes cómicos, menos de los que debiera, e incluso sorprende con ellos en ocasiones.
Lástima que un director como Tom Dey, del que recordarán su 'Shanghai Kid: Del Este al Oeste' (2000) no sea capaz de sacarle más partido a esta historia y de darle más ritmo a esta comedia.
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