Título: | LINCOLN | |
Tit. Orig.: |
LINCOLN | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2012 | |
Dirección: | STEVEN SPIELBERG | |
Guión: |
TONY KUSHNER. Basado en la novela "Teams of rivals: The political genius of Abraham Lincoln", escrita por DORIS KEARNS GOODWIN |
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Fotografía: |
JANUSZ KAMINSKI |
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Música |
JOHN WILLIAMS |
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Interpretes: |
DANIEL DAY-LEWIS, SALLY FIELD, DAVID STRATHAIRN, TOMMY LEE JONES, JAMES SPADER, JOSEPH GORDON-LEVITT, HAL HOLBROOK, WALTON GIGGINS, JOHN HAWKES, TIM BLAKE NELSON |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 150 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Una vez más el cine americano se siente orgulloso de contar su historia y de proclamar la grandeza de sus mejores hombres, como lo hace en este caso con el presidente número 16 Abraham Lincoln considerado el más grande por lo que logró, como fue la aprobación de la decimotercera enmienda en la que se abolía la esclavitud y se consideraba que todos los hombres son iguales ante la ley sin tener en cuenta su raza, ni el color de su piel y el otro logro fue la terminación de la Guerra civil americana.
La película prácticamente se dedica, con un pequeño prólogo en que se nos muestran imágenes de la crudeza de la guerra entre el Norte y el Sur, a las discusiones entre los partidos políticos, unos a favor y otros en contra, de dicha abolición siendo el más empeñado en su aprobación el presidente, en lo que luchó durante buena parte de su mandato, por consolidar el futuro del país y que todos los hombres fueran libres, mientras su familia se rompía con la muerte de sus hijos y la demencia de su esposa.
Desgraciadamente tras sus cinco años de gobierno, a los pocos meses de lograr su proyecto, que no pudo disfrutar, fue asesinado el 15 de abril de 1865, en el teatro Ford, al disparo ocasionado por un actor, muriendo horas después.
En su éxito también tomó parte su esposa, Mary Ann Todd, una mujer de un gran carácter que fue quien se declaró a él, que era un simple abogado. Ella vio que tenía un gran futuro y que podía llegar a gobernar, convirtiéndose en su mejor asesora.
Esta figura queda un poco desdibujada en el film o no se le da el debido relieve que merecía, en lugar de tanta política y exceso de diálogos que cansa al espectador en un guion que está muy bien en otros aspectos pero desequilibrado en este sentido.
Son pocas las escenas en las que se dedica a humanizar al personaje y a la relación con su familia, el no llevarse bien con Robert, su hijo mayor, al que quería preservar de ir a la guerra, tras sufrir la muerte de otro de sus cuatro hijos, el menor, Tad, que su esposa nunca llegó a asumir.
Tras su asesinato se convirtió no solo en un mártir sino también en un mito además de por sus méritos de ser un filósofo brillante y un notable escritor. Hombre cercano cuya figura era inconfundible, enjuto, encorvado, con una barba peculiar y su sombrero alto.
No fue una etapa fácil la que le tocó gobernar, acosado por las circunstancias de una guerra civil que por fin logró que terminara esa lucha fratricida y que todos estuvieran unidos bajo la misma bandera, que dejaran los intereses personales, sobre todo el Sur beneficiándose de mano de obra gratis para los campos de algodón con la esclavitud de los negros, frente al norte con una mayor riqueza.
Algo que sí refleja bien el guion del ganador del Premio Pulitzer Tony Kusher, basado en el libro de la historiadora neoyorquina Doris Kearns Godwin, editado en 2005, es la lucha del poder de los partidos políticos en la compra fraudulenta de votos, en lo que no reparó en participar el propio Lincoln, incluso con amaños, chantajes y enjuagues para comprar voluntades, con tal de lograr su propósito, algo que no difiere mucho de la política actual inmersa en la corrupción más absoluta, con la diferencia de que él lo hacía para el bien común por una buena causa y ahora lo hacen para el beneficio propio o de los partidos. Tuvo que recurrir a esos subterfugios a pesar de ser el presidente que más poder tuvo.
La cinta trata de hacer un retrato de lo que fue este hombre, político, padre y esposo, aunque no todo está aquí en la misma proporción, de ahí el desequilibrio, aunque no se trata de una hagiografía.
Steven Spielberg hace una madura y sobria dirección y puesta en escena confiando en el extenso y estupendo cuadro de actores, que tienen ocasión de declamar los diálogos, lo que no quita que se abuse de ellos en las intervenciones que tienen, convirtiendo la película en discursiva, aunque no se duda de su calidad y su mucha información histórica con intervenciones memorables.
Daniel Day Lewis, quien en principio rechazó el papel, hace una espléndida caracterización tanto física como interiormente interpretado con una fuerte convicción, ya que es de los actores que se llevan el personaje a casa y no dejan de serlo hasta que termina el rodaje.
Todo lo contrario sucedió con Sally Field que luchó por conseguir el papel hasta convencer a Steven Spielberg y del que finalmente hace un convincente y extraordinario trabajo de Mary Ann Ford.
Ambos están nominados al Oscar, él como actor principal (ya ganó el Globo de oro) y ella como actriz secundaria apartado en el que también lo está Tommy Lee Jones. El film tiene en total doce nominaciones y gran cantidad de premios de las diversas asociaciones de la crítica americana.