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CRITICA
Por: PACO CASADO
No es fácil hacer una historia con prácticamente dos personajes en escena y la aparición en un par de ocasiones de un tercero que prácticamente no afecta al discurrir de la narración, para mantener el interés del espectador durante hora y media escasa.
Javier Botet, David Pareja y Oscar Martín se las ingenian al momento de confeccionar el guion para que la atención por parte del público no decaiga en ningún momento.
Lo que se cuenta es la historia de David que llega con su coche en compañía de su amigo Javier a su casa de campo.
Tras un grave accidente éste está impedido en silla de ruedas, no tiene a nadie en este mundo y su amigo David se ha hecho cargo de él para cuidarlo, por lo que pasarán mucho tiempo juntos hasta su posible recuperación.
La situación de Javi es delicada, es un puro esqueleto y tiene varias señales de distintas heridas en su cuerpo, apenas si habla y buena parte del tiempo tiene respiración asistida.
Eva, una enfermera va a visitarlo unos días a la semana para hacerle recuperación con algunos ejercicios físicos.
David se encarga de darle de comer, bañarlo y asistirlo en todas sus necesidades, es lo que se llama un auténtico amigo.
Pero detrás de todo esto ambos guardan un secreto del porqué de esta relación, que no vamos a desvelar y que es motivo de que la relaciones se agrien en algunas ocasiones y salgan a relucir determinadas cuestiones que generan un cierto suspense en algunos momentos de la narración y que hagan que de la amistad al odio haya únicamente un paso.
Poco a poco esa relación se va deteriorando y llegará un momento en que se convierta en una auténtica pesadilla para ambos.
Lógicamente hay situaciones cotidianas que se repiten en el devenir de dos hombres juntos solos en una casa y en esas circunstancias.
David recibe la visita de alguna amiga con la que hace el amor y también le manda a una prostituta a Javi para que le consuele en ese aspecto ya que él, que estaba casado, perdió a su esposa.
Pero llega un momento en que la tensión entre los dos amigos se llega a poner algo tirante.
Lo que en principio comienza como un drama, en los metros finales se convierte en una película de suspense que termina como un thriller de terror.
Ese escalonamiento se va produciendo poco a poco hasta llegar a la última parte del film gracias a una buena dosificación de la trama en la que nunca el espectador puede llegar a suponer lo que será el final de esta historia.
De fondo quedan temas como la amistad, el perdón, el pecado, la culpa, la inocencia o la redención tras un acto cometido.
Posee un correcto trabajo de los dos actores protagonistas, amigos en la vida real, cada uno en la línea de su personaje.
No se puede sacar mejor producto de una cinta como decimos con dos actores, prácticamente, una situación claustrofóbica única casi toda la acción transcurre dentro de la casa, con un presupuesto ínfimo y filmada en una semana.
Para el director madrileño Oscar Martín, tras realizar casi una decena de cortos, este es su primer largometraje de ficción y la verdad es que sale airoso del empeño con una dirección bastante ajustada aunque en cuanto a la realización se repitan algunas planificaciones.
Premio del jurado a mejor película, director, actores Javier Botet y David Pareja y premio de la crítica en el Festival de Alicante. Gran premio del jurado a mejor film en el C-FEM de Murcia. Mejor cinta en el festival DROP de Rusia. Premio del jurado a mejor director y Javier Botet en el Festival de Molins. Mejor película y actor David Pareja y Premio Paul Naschy en Nocturama Madrid. Premio mejor actor a Javier Botet y David Pareja y premio del público en el Festival de Tenerife. Premio mejor film en Tolouse Cinespaña.
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